El Calvo Sotelo no está encontrando la suerte de cara en las últimas jornadas. Al gran número de bajas por lesión que acumula se está añadiendo poca fortuna en el terreno de juego y con los arbitrajes. El último ejemplo fue lo sucedido en la Ciudad Deportiva del Granada, donde el conjunto industrial no solo perdía un partido que iba ganando (2-1), sino que veía cómo su entrenador y su jugador Dani Martín eran expulsados, y otro futbolista, Iván Limón, caía lesionado. 

El resultado de todo han sido las sanciones impuestas por competición a Darío (dos partidos) y a Dani Martín (uno), y el diagnóstico de fisura en un metatarsiano para Iván Limón, que tendrá que perderse también varios encuentros. A todo esto, hay que recordar que ya estaban en la enfermería hasta cinco hombres (George Lucas, Alonso, Pallarés, Loro y Ordóñez), de los cuales solo Lucas podría  volver a la convocatoria de cara al partido de este domingo contra el Eldense en El Cerrú (17 horas).

Darío, resignado

El técnico del Calvo Sotelo conocía ayer su sanción de dos partidos con resignación, aunque recordando que, a su entender, la tarjeta roja directa recibida en Granada fue totalmente injusta. «Tras la acción del penalti que nos pitan, por un pequeño agarrón en el área, me giro y le digo a mi banquillo 'vaya robo', y a los siete minutos viene el árbitro y me expulsa, según el acta, por gritar 'vaya puto robo'. Fue muy extraño», relata Darío, que ya se esperaba que le iba a caer un castigo de dos encuentros, por lo que tendrá que seguir desde la grada los duelos contra el Eldense y el siguiente en el feudo del Interciy.

El de Calzada de Calatrava se niega a pensar mal y cree que las decisiones arbitrales que han perjudicado a su equipo son solo fruto de la mala suerte, por lo que su máxima su preocupación es tener más fortuna con las lesiones «y al menos poder elegir».