El Infocam llama a la prudencia para evitar nuevos incendios

M. Lillo
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Señala el «peligro medio» que existe aún tras una campaña en la que han ardido más de 5.000 hectáreas

Incendio forestal registrado este verano en Malagón - Foto: EFE

Aunque la temporada de mayor riesgo para los incendios forestales ya ha pasado, todavía no se puede bajar la guardia del todo. Existe «un peligro medio» de que se produzcan nuevos siniestros en el campo, sobre todo debido a la sequía que se padece. Está todo «muy seco» y hasta que no se produzca un importante episodio de lluvias que riegue el medio rural, las alarmas seguirán activas, con menor intensidad que durante el periodo de riesgo alto y extremo, pero en aviso ante cualquier posible conato.

Así, pese a estar ya en el mes de octubre, desde el Plan Infocam se hace un llamamiento «a la prudencia», afirma a La Tribuna el director del Centro Operativo del Infocam en Ciudad Real, Juan Pedro García, quien pide que se tenga en cuenta este escenario de sequía a la hora de planificar quemas de restos agrícolas, teniendo en cuenta, además, que se está trabajando para buscar el encaje de las mismas en la Ley de Residuos.

En este sentido, recuerda que la quema de rastrojos «está prohibida por la PAC y puede conllevar la pérdida de las ayudas por la condicionalidad», si bien la quema de restos agrícolas sí estaría permitida teniendo en cuenta que a menos de 400 metros del monte requiere una comunicación administrativa y a más de 400 no la necesitaría, aunque ahora entra en juego la Ley de Residuos, que emana de Agricultura y que «prohíbe toda quema agrícola y forestal» y de ahí que en estos días se esté trabajando en Toledo para sacar adelante una modificación de la Orden a fin de determinar en qué casos es posible o no efectuar esas quemas.

Del mismo modo, García hizo una valoración «muy satisfactoria» de la campaña contra los incendios forestales de este año, pese a que se han quemado 5.084 hectáreas de masa forestal en los meses de verano, más del doble que el año pasado, cuando ardieron 2.049 hectáreas afectadas. Se trata, de hecho, de la mayor superficie quemada, al menos, desde 2006. No obstante, midió los buenos resultados en esta campaña en la provincia por cuatro aspectos fundamentales: había incendios que tenían un potencial destructor hasta 20 veces mayor de lo que finalmente fueron; se registró un episodio de simultaneidad el 25 de julio con tres importantes incendios activos (en Malagón, Ruidera y Almadén); se ha conseguido alcanzar una década sin ningún incendio declarado de nivel 2 y no se ha registrado ningún megaincendio, como el sufrido este verano, por ejemplo, en la Sierra de la Culebra, en Zamora, donde ardieron hasta 30.000 hectáreas de monte.