Desde el 1 de marzo, los embalses de Gasset y Torre de Abraham han dejado oficialmente de encontrarse en situación de emergencia por sequía. Así lo indica  la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) en los informes mensuales que emite y que marcan que la unidad de explotación (UTE), que suponen ambos embalses, ha mejorado su estado a situación de alerta. Hay que remontarse a agosto de 2019 para encontrar la última vez en que estaban en esa situación.

«La principal diferencia entre los escenarios de alerta y emergencia es que en emergencia se hace necesario restringir las dotaciones de riego en más de un 50%», indicó la CHG, preguntada por este cambio. En este sentido, argumentaron que «la dotación para la próxima campaña será aproximadamente del 50% de la asignación», algo de lo que ya se ha informado a los usuarios.

Además, la Confederación dijo que para que la UTE subiera un escalón más, pasara al escenario de prealerta, «deberían producirse lluvias en las próximas semanas que resultaran en un incremento del volumen de al menos 57 hectómetros cúbicos». Por hacer una idea, las lluvias caídas este invierno han supuesto el incremento del volumen embalsado de 38 hectómetros cúbicos entre ambos embalses.

La clave para mantener esta situación de alerta es que la suma de los dos embalses se mantenga por encima de los 54 hectómetros cúbicos, señaló el presidente de la mancomunidad del Gasset, Casimiro Pasto.   En este momento hay 58,2 hectómetros cúbicos. Pastor recordó que, en estos momentos, hay agua para 18 meses, pero apuntó a la necesidad de seguir siendo «cuidadosos» en el consumo. «Los veranos, tienen a ser cada vez más prolongados y cada vez más secos», dijo Pastor, para pedir compromiso en la reducción del agua y mantener al máximo esta situación del embalse.