El Ayuntamiento de Tomelloso destinará 30.000 euros a ayudas para ayudar a las personas con enfermedad celiaca a afrontar la compra de alimentos sin gluten. Las ayudas oscilarán entre los 150 y 300 euros y la convocatoria está abierta hasta el 31 de octubre.

Para la concejala de Servicios Sociales, Montse Moreno, el equipo de Gobierno, «consciente de las necesidades y dificultades que muchas familias de Tomelloso tienen que afrontar», viene apostando por «invertir en aquellas medidas que faciliten y garanticen el bienestar de las familias», como es el caso de estas ayudas que el Ayuntamiento convoca por tercer año consecutivo.

El objetivo es apoyar a las familias en la compra de alimentos sin gluten. En una unidad familiar con uno o más miembros celiacos hay un sobrecoste anual de la cesta de la compra de en torno a los 900 o 1.000 euros en comparación con una que no contenga alimentos sin gluten. Desde la Asociación de Celiacos de Castilla-La Mancha calificaron estas ayudas como «una muy buena noticia» y confían en que sea una «llamada de atención para que otros ayuntamientos se animen a seguir su ejemplo». Así lo expuso la presidenta de la asociación regional, Cristina García, quien, en declaraciones a La Tribuna, mostró su esperanza en que el paso dado por Tomelloso se generalice, ya que hasta ahora es el «único municipio de la región que se conoce que da estas ayudas».

La asociación se creó hace 25 años y desde entonces trabaja en conseguir varios retos. Uno de ellos es la creación de un censo «real» de personas diagnosticadas con esta enfermedad, y que a día de hoy no existe. Este censo, explica, «nos ayudaría a saber el número de personas celiacas y a cuantificar el problema social y económico que esta patología supone», pero también, apunta, «eso conllevaría que los organismos sociales empatizaran con el celiaco y comprendieran el gran problema de salud que supone esta enfermedad crónica y autoinmune». García espera que el Gobierno regional recupere las ayudas que otorgaba a este colectivo años atrás y que desaparecieron, ya que «hay muchas modalidades y formas de beneficiar a estos pacientes, como se hace ya en otras muchas patologías». «Trabajamos para ayudar a los pacientes celiacos, fomentar hábitos de vida saludable y visibilizar la enfermedad», apunta. Y es que, aunque han sido ya muchos los proyectos que han visto la luz, reconoce que «aún queda mucho por hacer».