Reclamaciones y deudas ahogan a las familias en los juzgados

Pilar Muñoz
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Antes eran las empresas y tras el COVID son los particulares los que se declaran en quiebra para intentar salir a flote

Reclamaciones y deudas ahogan a las familias en los juzgados - Foto: Rueda Villaverde

Primero fue la crisis por el estallido de la burbuja inmobiliaria, después empezaron a brotar los pleitos por las cláusulas suelo y cuando parecía que la cosa empezaba a mejorar llegó la pandemia del COVID-19 que ha rematado a muchas familias, comerciantes y pequeños autónomos. Así se desprende del informe estadístico del Consejo General del Poder Judicial relativo a 2021.

 En 2020 jueces y abogados ya advirtieron a este diario de que tras el aparente descenso en los números registrados en el año COVID vendría la crecida con desbordamiento en algunos juzgados, aquellos donde se pleitea por impagos, reclamaciones de cantidad, quiebras o desahucios que se han disparado. 

Los procedimientos civiles han experimentado un aumento significativo y, en algunos casos, extraordinario, como las antiguas quiebras o suspensión de pagos. Uno de los indicadores más revelador de la situación económica son los procedimientos monitorios que han crecido casi un 18%, de 6.500 a 7.728 en un año. A la vista de estos datos y del día a día en los juzgados de Ciudad Real, las familias y autónomos no pueden hacer frente a gastos corrientes y préstamos comprometidos, dejando de pagar alquiler y otras facturas, apuntan a este diario abogados especialistas en estos asuntos. Otro indicador son las reclamaciones de cantidad, que se han incrementado más de un 9% en un año al pasar de 783 a 855 en 2021. 

 Los jueces de Primera Instancia e Instrucción de Ciudad Real «tenemos bastante más trabajo que el año pasado, que ya tuvimos, porque no dejamos de trabajar, pese a la pandemia», ha asegurado a este diario el magistrado Antonio Mejía. Ahora los juristas tienen la mirada puesta en el fin de la moratoria del Gobierno para no obligar a las empresas a presentar concurso de acreedores.Expira el próximo junio y ya se teme una avalancha de casos.

De quiebras y desahucios. Y si hace años eran las empresas las abocadas a declararse en concurso de acreedores (quiebra y suspensión de pagos), ahora lo son las familias. Los concursos de personas físicas no empresarias han aumentado en toda España un 45% y la provincia no es una excepción. 

Los concursos de acreedores han aumentado un 95% en 2021 y un 70% más respecto a 2019 al pasar de 137 a 233. En el último año se registraron 48 de empresarios, 26 de personas jurídicas y 57 de familias, siendo 74 los presentados en el Juzgado que tiene la competencia de Mercantil en Ciudad Real. Abogados consultados por este diario ponen el acento en el número de concursos de acreedores presentados por personas que no son empresarios. Según los datos del Poder Judicial, en 2021 han sido 57, frente a los 23 del año anterior y los 17 de 2019, lo que representa un incremento de un 235% en dos años.

Los efectos de la pandemia se dejan sentir en estos datos, apuntan las fuentes tras señalar que en 2021 se triplicó la cifra. Del mismo modo, se evidencia en los informes del Poder Judicial desde que se tienen registros el impacto de la crisis del ladrillo en 2013. 

En cuanto a las órdenes de ejecución hipotecaria, también ha experimentado una subida del 53% al pasar de 193 a 296 en dos años. Un dato más de la tendencia alcista en casi todos los pleitos, que llega a un 70% más en el caso de los lanzamientos, o lo que es lo mismo, desahucios. Se ha pasado de 137 en 2019 a 233 en 2021, lo que supone un 70% más. El año COVID sólo hubo 77. En este sentido, el letrado Ramón Alén apela a la conciencia porque «en muchas ocasiones se desahucia a personas vulnerables, con hijos y sin recursos económicos, o ancianos».