Tres zonas de Bolaños de Calatrava se han convertido esta semana en el foco de atención mediático de media España tras la operación realizada contra los autodenominados ‘soldados invisibles de Daesh’, un grupo yihadista presuntamente asentado en este municipio y que esta semana desarticuló la Policía Nacional con la detención de cuatro personas, el líder y otros tres individuos que las fuerzas de seguridad apuntan que habían sido captados y adoctrinados por éste en el credo takfirí, la corriente más radical del yihadismo.

Los vecinos consultados por La Tribuna indicaron que apenas conocían a los detenidos «más allá de verlos salir de las viviendas» pero sí afirmaron que eran personas trabajadoras, jornaleros en algunos casos, y uno de ellos es propietario de un comercio, que no habían dado ningún problema. «Llevaban varios meses viviendo en esta casa, no eran ruidosos ni se notaba nada extraño», señaló uno de los vecinos de la calle Rehoya, una de las vías en las que se realizó una de las detenciones. «Aquí nadie se quejó de ellos, son personas respetuosas y se les ve bien por lo que nos extrañó mucho que pasara esto».

Esta extrañeza es compartida por todos los vecinos que el miércoles por la mañana vieron a decenas de policías cortando los alrededores de estos inmuebles y procedían a la detención de estas personas, entre ellos el presunto líder, un ciudadano marroquí que llegó a captar y adoctrinar en su país a varios jóvenes que acabaron planificando atentados terroristas en el reino alauí y en los Emiratos Árabes Unidos, siendo detenidos en varios operativos llevados a cabo por la DGST marroquí, y al que la Policía llevaba vigilando desde su llegada a España. El viernes se decretó el ingreso en prisión de esta persona y la libertad con medidas cautelares del que la Policía Nacional considera su segundo. «Nos asustamos al ver los vehículos de policía» apunta otro vecino, quien señala a los vídeos que han circulado por WhatsApp o cómo algunos de los vehículos de los detenidos no se han movido desde el miércoles, ubicados cerca de las viviendas.

Los vecinos de los ‘soldados invisibles’, sorprendidos - Foto: Rueda VillaverdeComo muestra de esa cercanía e incluso implicación en el municipio, una vecina señaló que uno de los vecinos posee una tienda y que su familia es «agradable y respetuosa». «No sabía nada», señala otra persona cercana en la calle Cardenal Cisneros, «son buena gente», aunque se mantiene el susto al saber que tan cerca de sus viviendas podría estar planteándose un atentado. «Era un chico muy respetuoso, muy educado y nunca he visto que se metiera en ningún problema», afirma otra vecina de una de las viviendas donde intervino la policía el miércoles.

«La gente tiene a veces la lengua muy floja y quizás vio algo en internet o pinchó en una web, pero es una persona trabajadora», excusan tras la detención efectuada por la Policía, a la vez que recuerdan cómo los detenidos «solo seguían su día a día» trabajando y volviendo a sus domicilios.