Con las playas limitadas y tras dos meses de confinamiento, buena parte del turismo buscará un respiro en el mundo rural. Y eso convierte a la provincia de Ciudad Real en destino de visitantes en espacios como el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, pendiente ahora de las limitaciones y medidas a tomar para abrir al público. Por el momento, las reservas se han reactivado. «Nos consta que la gente ya está llamando de cara a venir en cuanto se pueda», dice la alcaldesa de Ruidera, Josefa Moreno, municipio que se convierte en la entrada al parque por la provincia.

Con los futuros turistas ya mostrando interés por un espacio como éste, que en un año normal mueve una media de «8.000 o 9.000 visitantes al día» en época alta, la pregunta que plantean es ¿cuándo se podrá abrir al público el baño y cómo? Este es uno de los temas que se debatirá en la reunión que la regidora municipal tendrá este martes con la Junta. «Nos reuniremos para conocer los requisitos sanitarios que debemos cumplir, y a partir de ahí empezar a poner en marcha medidas que garanticen la reactivación del turismo», expone Moreno. Esas medidas se cerrarán en colaboración con el ayuntamiento de Osa de Montiel y con el Patronato del Parque.

Por el momento, entre las alternativas que ofrece el parque a los visitantes en esta desescalada están las rutas de senderismo y navegar. Los restaurantes, por el momento, han decidido esperar a finales de mayo o comienzos de junio para abrir.

Con apenas 500 habitantes censados, que pueden llegar a duplicarse e incluso triplicarse en la época estival, Ruidera trabaja en recuperar su normalidad económica como destino turístico. Un atractivo que también le jugó una mala pasada al principio de la pandemia cuando la falta de policía, «el que tenemos estaba contagiado por coronavirus», permitió que llegaran a la población personas de fuera a pasar el confinamiento.