Las sanciones por incumplimiento de las ordenanzas municipales son un reflejo de la situación de la pandemia. Si durante estos dos años de confinamiento, estado de alarma y tímida apertura se han multiplicado las multas por beber en la calle o por ruidos en los domicilios; con la relajación de medidas en este inicio de año y la gripalización del virus, los expedientes sancionadores han salido de las casas a las calles. Esto implica que, por primera vez desde la llegada del coronavirus, se hayan frenado el número de multas por consumo de alcohol o molestias procedentes en los domicilios, incrementándose las infracciones derivadas de actividades, espectáculos o molestias originadas en la calle.

En este sentido, el consumo de bebidas arranca el año con 84 sanciones por consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública, cuando fueron 137 en los primeros tres meses del año pasado; así como 28 fiestas domiciliarias, por 48 en 2021. Mientras que hay 20 sanciones por actividades y ruidos en la vía pública o siete sanciones por incumplimiento del horario del cierre. Estas multas sumaron solo tres hasta marzo del año pasado.

En total ha habido 215 expedientes sancionadores, cuando fueron 256 el año pasado, pese a que Ciudad Real se encontraba en estado de alarma. Desde el inicio de la pandemia, las sanciones al compararlas con el año anterior se habían incrementado exponencialmente. Por ejemplo, en el primer trimestre de 2020 hubo 91 sanciones.

Como ha habido un mayor uso del espacio público, también se ha producido un incremento de las incidencias en la Línea Verde, con 422 comunicadas durante los tres primeros meses, la mayoría relacionadas con mantenimiento de la vía pública, 111; limpieza urbana, 83; y parques y jardines, 71. Así lo indica el balance de los tres primeros meses del año de esta aplicación. Los datos son similares a los de 2019, como una muestra de la vuelta a la normalidad tras la COVID.