Las cofradías cuentan los días, las horas y casi los minutos para volver a ver los pasos en la calle. Han sido dos años de parón por la pandemia a los que se pondrá fin este año, aunque con todas las medidas necesarias para evitar un posible impacto del coronavirus. Por ello, preparan su regreso «con la mayor normalidad posible que permiten las indicaciones sanitarias», de manera que las hermandades aplicarán todas las instrucciones al respecto, y en algunos casos las ampliarán, para «disfrutar de la Semana Santa de la forma más segura y responsable», por lo que se hace un llamamiento a la «precaución» para evitar una subida de contagios.
En este sentido se pronunció a La Tribuna la presidenta de la Asociación de Cofradías, Yolanda Gómez, quien indicó que en el caso de los costaleros, el que más preocupa, se realizarán test de antígenos previos en algunos casos, del mismo que se apela al uso de la mascarilla, se desinfectarán las trabajaderas y se intensificará la ventilación que ya se venía haciendo en años atrás por el calor y ahora además por el COVID.
En cuanto a los nazarenos, recordó que suelen mantener la distancia y en algunos casos van tapados con el capirote. Al ser en el exterior y con separación no se requiere la mascarilla. Por lo que respecta al público, comentó que las hermandades van a pedir que se adopten las indicaciones y se haga uso de la mascarilla en las aglomeraciones, cuando no es posible guardar la distancia de seguridad, dijo en relación al modo de actuar que ya se ha seguido en otros eventos, como el desfile de Piñata de Carnaval.
Casi todas las hermandades van a presentar estrenos, ya que han aprovechado estos dos años de paréntesis obligado para renovar algunos de los elementos que ahora desean que puedan lucir en todo su esplendor. La Flagelación, por ejemplo, estrenará el bordado de la bambalina delantera del paso de palio de María Santísima del Consuelo, la Hermandad de la Esperanza mostrará una nueva cruz parroquial, la Coronación de Espinas ha restaurado los respiraderos del paso de la Virgen, del mismo modo que las Angustias contará con nuevos faroles para el paso, Pilatos podrá estrenar la capa del Cristo que tenía lista desde 2019 o, por fin, podrá salir en procesión la nueva imagen del Resucitado.
Para esta Semana Santa se mantendrá el recorrido oficial y sólo habrá algunas variaciones. Las hermandades que procesionan el Viernes Santo recuperarán su itinerario tradicional, el cual se vio modificado en 2019 por las obras de peatonalización de la calle Toledo y otras del centro; sin embargo, las hermandades del barrio del Pilar tendrán que realizar cambios en su recorrido debido a las obras inacabadas en el mismo, mientras que la Hermandad del Prendimiento no saldrá de Marianistas sino que por fin lo hará desde su parroquia. Del mismo modo, Gómez destacó que la reforma del guardapasos vendrá a «dignificar» la salida de muchas procesiones.
Para lo que seguirán aplicando la 'vieja normalidad' será para el tiempo, del que ya están pendientes con la mirada puesta en poder salir en procesión. «Sabemos que hace mucha falta la lluvia y en las estaciones de penitencia pediremos agua, pero a ver si al menos respeta esos días», comentó la presidenta de la asociación confiando en que también el cielo haga posible el regreso.