Manuel López Camarena

El Yelmo de Mambrino

Manuel López Camarena


La madre, premia; la Reina castiga a Andrés

31/03/2022

Mientras la reina Isabel II de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, ejemplo de templanza y saber estar hasta un poco más allá de donde deben ir las cosas, acaba de -según quién lo mire y juzgue- dar ejemplo en lo que respaldar a su hijo Andrés, al parecer un verraco muy inglés en todos los aspectos, que ha estado a puntito de ser juzgado por, aparentemente, desear demasiado a alguna que otra miembra del sexo femenino. La Reina, que seguro que tiene inmunidad suficiente para tres o cuatro reinados, se presentó ante el todo Gran Bretaña y casas reales invitadas -por cierto que nuestra Reina Sofía, ejemplo a seguir por las nuevas generaciones de reinas que en el mundo van a ser o ya lo son, no lo fue, sin duda por olvido de la más que exprimida cabeza de su parienta Isabel II, ambas descendientes directas de la reina Victoria-, que digo que se presentó ante toda la Corte y lo que no era la corte, del brazo de Andresito, como queriendo decir: -'aquí lo tenís, del mejor y más fuerte brazo que aun queda en el Reino-, y donde no es el Reino, porque el angelito tiene, ¡con ese pescuezo que luce!, pinta de luchador de match o de modelo en una fábrica de camisas.

Pero como los ingleses son como son, y para no ser menos que su, calculo a ojo vista, sobrino tataranieto o así, Felipe de Borbón, Rey de España, que le quitó de un plumazo, o de un papirotazo, o cómo quieran ustedes, sueldo, cargos, honores y demás, dejando al Rey, su padre, Juan Carlos I, en un españolito más, lo que lleva a preguntarse, ¿y si el 23 F célebre el monarca, que no era Emérito, que era real y con más poder que ahora, hubiese reaccionado de otra forma y discurseado otras órdenes? Pues ya saben, que muy posiblemente todo hubiese sido distinto. Pero eso, que ahora pueden formar una pareja para jugar al padel, o al chamelo, o, incluso, al tute subastao, porque a ambos les sobra el tiempo. Y es que los que, en más o en menos cantidad, llevan sangre, o genes, o células o lo que sea, de la que fuese Emperatriz de nada menos que la India y vastos terrenos aledaños, suelen ser gente aguerrida, capaces de ponerse el mundo por montera y agarrar el toro por los cuernos, o por el brazo. Asiesque, ya lo saben, Andrés se queda respaldado por la madre y degradado por la Reina.

Y en otro orden de cosas, pues ya saben: Los rusos invasores fallan como las escopetas de la feria; Sánchez, en el Congreso o en el WC sigue mintiendo y vendiéndonos motos viejas; una tal Lastra, alta carga en Feraz, copia al jefe y suelta mentiras en ristra, como las patateras de Piedrabuena; contagiada, las que parecía ejemplo para los de dentro y los de afuera, la Calviño, miente como Lastra y hasta como la Montero, pero con algo más de buen estilo; al actor negro -Will- que le solapó un merecido bofetón al presunto cómico -Chris- también negro, por burlarse de la enfermedad de su mujer, las clases feminizantes han orquestado la primera y muy efectiva movilización mundial. Nada dijeron cuando el cachondeo contra la enferma, pero sí a los diez segundos cuando sonó el merecido aplauso. Que la razón nos ampare. Y acabo, Marruecos sigue jodiendo el ascua; Argelia ha empezado a tomar medidas…, por nuestra traición.