El 8 de marzo de Ciudad Real contó este año solo con una concentración en la plaza Mayor, lejos de las grandes manifestaciones de años anteriores y en un clima de división interna del movimiento feminista del que se hicieron eco en la principal reivindicación de la capital. «Son aún muchos los objetivos por alcanzar, los obstáculos que superar y los desafíos que tenemos por delante», se leyó en un manifiesto en el que se apeló a que para lograr la igualdad es necesario «unir fuerzas». «Apelamos a la gran alianza de las mujeres y del movimiento feminista», pidió la Asamblea de Mujeres Feministas en el texto que leyó la premiada esta tarde con el reconocimiento de Empoderamiento y Liderazgo, María Luisa Muga.

El acto contó con una quema de desigualdades por las mujeres y tuvo la participación de medio millar de personas. Sobre el escenario, una a una se fueron leyendo desigualdades que afectan en su día a las mujeres, mientras se tiraban a un contenedor con el grito de «a la hoguera». Desde la desigualdad laboral a la económica, se fueron citando aspectos en una protesta sencilla, seguida del grito «Que viva la lucha de las mujeres».

El texto tuvo un recuerdo para Belén, la vecina de Piedrabuena y última víctima de la violencia de género. «Hoy y todos los días son jornadas de lucha por derechos aún no conseguidos y acabar con  cada una de las formas de violencia contra las mujeres», señalaron. «No nos vamos a rendir, Belén», aunque «la tarea será ardua, las mujeres que dieron su vida por el feminismo, las que luchan hoy y las que nacerán mañana no merecen que nos rindamos». Algunas compañeras del equipo de fútbol de Belén estaban en la plaza.

El feminismo manda «a la hoguera» las desigualdades - Foto: Rueda Villaverde

El lema de la protesta fue «somos las mujeres», señaló la presidenta de la asociación convocante, Carmina González, quien como el resto de integrantes de la organización lucía un broche en recuerdo de las sufragistas y su lucha. Ese lema es un símbolo de que el objetivo «reivindicar la lucha de las mujeres y los derechos de las mujeres», no se trata de un día para reclamar otras medidas para trans o gays, motivo de disputa en años anteriores. «Llevamos en la lucha feminista, en la lucha de las mujeres, más de un siglo, y resulta que todavía no hemos conseguido ni siquiera la igualdad» y de eso trata la jornada, argumentó González. 

En este sentido, el manifiesto señaló además  que el objetivo es frenar la vulneración de los derechos, exigir igualdad y que cesen las violencias y discriminaciones que sufren las mujeres «en todos los ámbitos». Además, se volvió a citar la 'ley trans', uno de los motivos de la disputa el pasado año y que partió en dos el movimiento feminista. «No permitiremos que se nos borre: si la categoría sexo se elimina del ámbito jurídico, desaparecían en las leyes la protección específica de las mujeres; si desaparece de la estadística, se ignoran los datos que afectan a las mujeres; si el sexo es irrelevante en el deporte, se propicia el fraude y el juego sucio; si los espacios seguros de las mujeres (casas de acogida, baños, vestuarios, cárceles…) no se protegen basándose en el sexo, se pone en riesgo la seguridad conquistada de las mujeres», indicaron, pero recordaron que seguirán luchando  «para que nuestras voces se oigan en todos los espacios sociales y de participación».

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