De balneario a kiosco de la música

Rafael Cantero
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Ciudad Real tuvo dos templetes o kioscos de la música, uno situado en el parque Gasset, junto al recinto de la Fuente Talaverana, y otro, más antiguo, en los jardines del Prado

De balneario a kiosco de la música

Los kioscos de la música son una estructura de tipo templete. Se trata de una construcción generalmente circular, simétrica, de planta poligonal que consiste en una plataforma de fábrica, a modo de zócalo elevado, sobre la que arranca el templete con columnas de hierro que soportan su cubierta. La cubierta se concebía como potente tornavoz, con volados aleros para recoger y proyectar el sonido.

Los kioscos de la música acostumbraban a ubicarse en zonas ajardinadas, parques, o plazas. Surgieron con el fin primordial de acoger a las bandas de música en los conciertos al aire libre. Tuvieron su auge durante el siglo XIX, insertados en el tejido urbano, convirtiéndose en uno de los elementos comunes y arquetípicos de las ciudades españolas.

Los kioscos de la música cumplieron una importante labor cultural a nivel popular, toda vez que proporcionaban un acercamiento a la música, una de las bellas artes más antiguas y completas. En estos espacios, las bandas de música interpretaban sus repertorios ante una audiencia que, por aquellos tiempos, se sentaba en sillas plegables en torno al templete.

De balneario a kiosco de la músicaDe balneario a kiosco de la música - Foto: LTCiudad Real tuvo dos templetes o kioscos de la música, uno situado en el parque Gasset, junto al recinto de la Fuente Talaverana, y otro, más antiguo, en los jardines del Prado. Se construyó en 1898, con el fin de que actuase en verano la Banda Municipal. Debido a la precariedad de los materiales que se utilizaron en la construcción del kiosco y el emplazamiento inadecuado donde se instaló, la Corporación Municipal se vio en la necesidad de ordenar su desmontaje. Posteriormente, se diseñó un nuevo templete sin cubierta y lo suficientemente elevado para que no fuese un obstáculo para el tránsito público. 

En 1947, y como recuerdo a la Guerra Civil, en el sitio donde se encontraba el tradicional kiosco de la música se construyó el monumento funerario, conocido como, la Cruz de los Caídos. Cuarenta años después, en 1987, este monumento fue cambiado de emplazamiento, instalándose a la entrada del cementerio.

En el lugar donde estuvo la Cruz de los Casados, el ayuntamiento decidió construir el actual kiosco de la música. El nuevo templete tiene forma octogonal y su estructura de hierro es la que diseñó, en la segunda mitad del siglo XIX, el arquitecto José Ramón Berenguer para cubrir los baños del balneario de Villar del Pozo,  

Los populares baños de la localidad de Villar del Pozo son una especie de fuente de agua mineral que brota del interior de la tierra a una temperatura normalmente más elevada que la temperatura atmosférica. El agua viaja por el interior de la tierra, en contacto con piedras a altas temperaturas. Las aguas de estos manantiales tienen propiedades curativas, por lo que, durante siglos, han atraído a quienes querían disfrutar de sus beneficios.

Avanzado el siglo XX, el balneario de Villar del Pozo fue desprovisto del artístico templete modernista, quedando sin uso alguno. Ante esta circunstancia, el Ayuntamiento de Ciudad Real solicitó al Ministerio de Educación y Ciencia la cesión de esta estructura metálica para ser reconvertida en templete de la música de los jardines del Prado.

A la estructura metálica que diseñó José Ramón Berenguer se le incorporó un dosel o cubierta, de chapa plegada, que descansa sobre las columnas de hierro del viejo templete, rematándose con una barandilla perimetral de hierro.

El actual templete de música de los jardines del Prado fue inaugurado en agosto del año 1987.