Cinco semanas después, el Vestas Alarcos vuelve a jugar en 'su' Quijote Arena para recibir al BM Zamora (domingo, 12 horas), en su primer compromiso como local de la fase por la permanencia en la División de Honor Plata. Tras el amplio triunfo en la pista del Teucro (25-33) hace 14 días, el equipo de Jesús Herrero quiere dar otro sólido paso hacia su objetivo ante un rival directo, con el que está igualado en la clasificación a 11 puntos, empatados ambos con Córdoba y Sant Quirze, éste último ya en plaza de descenso.

Así pues, se trata de un partido crucial, "la segunda de nuestras diez finales, y la primera en casa", como la catalogaba el técnico, que sólo tiene la duda de Matías Galán. El entrenador alarquista espera que su equipo recupere la secuencia "defender y correr" como señas de identidad, para doblegar a un Zamora al que ya conoce de su enfrentamiento en la primera ronda de la Copa del Rey, que se saldó con triunfo a domicilio de los ciudadrealeños en la prórroga por 33-36. Un conjunto zamorano que también ganaba en su primer encuentro de esta fase (26-24 a Sant Quirze) y que está entrenado por Iván López, con un ciudadrealeño en sus filas, el joven Augusto Moreno de la Santa, hijo del que fuera jugador del histórico Caserío Vigón. Su hombre más emblemático es el capitán Jortos, mientras que la que fue su gran estrella en los últimos años, Octavio Madagán, ejerce de oficial en el banquillo. Su máximo goleador es el primera línea argentino Nico Bono.

La misma motivación

Desde la plantilla alarquista se asegura que sienten "la misma motivación" que si estuvieran jugando por el ascenso, según Íñigo Barricart. El extremo navarro dejaba claro que el objetivo del equipo es doble, "salvar la categoría e intentar ganar todos los partidos para estar lo más arriba posible y reivindicarnos". Barricart también se mostraba convencido de que la afición alarquista estará con ellos en este reencuentro después del gran disgusto del final de la primera fase.