Dudas en la izquierda

Javier M. Faya (SPC)
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El líder del PSOE-A, Juan Espadas, es poco conocido para el votante al no ser parlamentario y llevar tan solo un año al frente del partido

Dudas en la izquierda - Foto: Julio Muñoz

Tic, tac, tic, tac... La cuenta atrás para que se celebren las elecciones andaluzas ha empezado, y por primera vez los socialistas no son favoritos para ganarlas. Al menos eso es lo que dicen las encuestas. El cabeza de cartel del PSOE-A, Juan Espadas, necesita movilizar a los casi 400.000 paisanos que decidieron quedarse en casa en 2018 (ahí estuvo la clave del desastre), convencer a parte del electorado de centro (Ciudadanos va a seguir desangrándose) y esperar a que los partidos a su izquierda obtengan un resultado que le permita un pacto.

El renovado bloque progresista cuenta con el apoyo de Ferraz y el Gobierno, cuyos presidente y ministros aumentarán su presencia en la región (la sevillana María Jesús Montero, ministra de Hacienda, sonó para liderar el PSOE-A), y está centrando su estrategia en lo que considera la «incapaz» gestión de Moreno y en avivar su posible acuerdo con la «extrema derecha».

En contra tiene el tiempo para consolidar la alternativa y el conocimiento de su candidato, ya que poco más de la mitad de los andaluces sabe quién es Espadas, según un reciente sondeo que le otorga 30-31 diputados frente a los 33 de hace tres años y medio.

El que fuera alcalde de Sevilla entre 2015 y 2022 apenas ha tenido tiempo para ser una cara conocida. Yes que gran parte de culpa la tiene su antecesora en la Secretaría General del PSOE andaluz, Susana Díaz, que vio cómo hacía historia en 2018 al ser la primera candidata del partido sin hacerse con el cetro de San Telmo. 

A pesar de las presiones recibidas desde Ferraz (su enemistad con Pedro Sánchez, que le derrotó en las primarias de 2017, es patente), la hispalense se negó a echarse a un lado. Tardaron tres años en convencerla, a través de unas primarias ganadas ampliamente por Espadas, que, al igual que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, no ha tenido la oportunidad de foguearse y acaparar focos en el Parlamento ya que no tiene acta.   

Esto se convierte en un lastre para él, a lo que hay que sumar que el PSOE no ha realizado en gran parte de la legislatura una oposición fuerte, al menos mientras Díaz estuvo al frente. Como se encargan de recordar varios periodistas de la Cámara autonómica, apenas planteó batalla al presidente Juanma Moreno. «Fue un palo para ella quedarse fuera del poder, mostró una pasividad enorme en sus intervenciones y en la estrategia del grupo, era como si no estuviera», señala una veterana reportera. 

Lo que resulta evidente es que este sevillano de 54 años es la única alternativa al actual jefe de la Junta. Ypara ello necesita que el resto de formaciones de la izquierda crezcan sin comerle el terreno.   

No le ha venido muy bien el adelanto electoral a IU, Podemos, Más País Andalucía, Verdes Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz, ya que están inmersos en un proceso para elaborar un programa y cerrar candidaturas. Han llegado a un acuerdo de mínimos, tienen una marca, Por Andalucía, pero aún no hay candidato.

Mientras, Adelante Andalucía se presenta en solitario con Teresa Rodríguez de número uno por tercera vez. La roteña dinamitó todos los puentes con el exlíder morado Pablo Iglesias, y el hecho de que no se adhiera a Por Andalucía jugará en contra de los seis grupos.

Desde luego, todos estos partidos, con el PSOE-A al frente, apelarán al voto del miedo, ya que la posible entrada de Vox en el Gobierno asusta a muchos votantes de izquierda que ahora sí tienen un motivo para movilizarse.