El 17 de marzo de 2020, tres días después del estado de alarma, el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) publicó los últimos datos de listas de espera previos al COVID. La provincia de Ciudad Real llegaba con 37.000 pacientes a la espera de una operación, de una consulta de un especialista o una técnica diagnóstica al momento de cierre asistencial, cuando toda la sanidad ciudadrealeña se dedicó a frenar la ola que más fuerte golpeó la provincia. Dos años después, este 15 de marzo, se ha publicado de nuevo el listado, donde se aprecia una reducción en el número de pacientes, no así en los tiempos máximos de espera.

Se trata de una reducción generalizada en todos los hospitales. Donde más cae es en Puertollano, con un 28,4% menos de pacientes; y donde menos en Valdepeñas, un 5,4 por ciento menos. Hay, en total, 4.627 personas menos esperando, un 12,52% de caída sumando los seis centros sanitarios de la provincia. La excepción está en Tomelloso, donde el virus empezó a golpear en Ciudad Real y donde los datos muestran que aún no se ha recuperado del impacto, ante los retrasos que hay en las consultas donde se acumulan 1.200 personas más que hace dos años.

El Sescam, en su web de transparencia, recuerda que «las cifras a partir de marzo 2020 están afectadas por el plan de reorganización de la actividad asistencial». Esto quiere decir que los datos de espera y las comparaciones dependen de varios aspectos. Mucha gente decidió no ir al médico o anular consultas por miedo al coronavirus, lo que fue reduciendo la espera hasta casi hacerla desaparecer. La dedicación de los profesionales al COVID también redijo la espera.

La clave de esta situación está en las consultas. En febrero del año pasado había 12.239 pacientes pendientes de ver al especialista, este año son 21.483. Se trata de un incremento entre la tercera y la sexta ola, pero que ya se muestra equilibrado con lo que había antes del COVID. En aquel 2020 había 21.660 personas esperando para ir a consulta, datos similares a los actuales. Al haber menos consultas se ha producido una reducción de la lista de espera quirúrgica, ya que la visita al especialista suele ser el paso previo a una operación. En estos momentos hay 8.022 personas en la cola del Sescam, 2.568 menos de las que había al inicio de la pandemia. Por último, en cuanto a las técnicas ocurre algo similar: 2.463 esperan su turno. Son casi 1.700 pacientes menos de los que había en febrero de 2019.

Con esta situación, tanto las listas de consultas como las de técnicas han ido incrementando el tiempo máximo de espera. En concreto, para una prueba diagnóstica hay que aguardar 81 días de media para un ecocardiograma en Tomelloso o 168 días para ver al oftalmólogo. El segundo hospital con más tiempo de espera, y que también ha empeorado datos en técnicas, es Ciudad Real, con 68 días para una mamografía, o 125 días para ir a rehabilitación en Valdepeñas. Por comparar, en 2020 el máximo de espera en consultas era de 111 y 76 días en consultas y 63 y 60 días para técnicas. En operaciones, donde la espera es mucho menor, sí que hay una reducción del tiempo. Por ejemplo, el mayor tiempo de espera antes de la pandemia era de 276,8 días para Traumatología en La Mancha Centro y ahora es de 132,2 días para Neurocirugía en la capital.