La gasolina y el diésel rompen la barrera de los dos euros

M. Lillo
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Una quincena de surtidores de la provincia marcan unos precios históricos. En el sector del transporte y las propias estaciones de servicio hablan de una situación «complicada»

La gasolina y el diésel rompen la barrera de los dos euros - Foto: Tomás Fernández de Moya

La escalada de precios del petróleo ha hecho saltar por los aires la barrera de los dos euros por litro de gasolina y de gasóleo en la provincia de Ciudad Real. En concreto, en tres estaciones de servicio de la provincia, una en la capital, otra en Terrinches y otra en Manzanares, el litro de diésel A, el barato, costaba ayer entre 2,08 y 2,057 euros. Del mismo modo, otra decena de gasolineras servían la gasolina de 98 también por encima de los dos euros. En Bolaños estaba el punto más caro de venta, 2,029 euros estaciones de Socuéllamos, Valdepeñas, Santa Cruz de Mudela, Almuradiel y Puerto Lápice, con otra docena más con precios que ayer marcaban 1,999 euros por litro, según recoge el Geoportal del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto demográfico. Incluso, la gasolina de 95 octanos también estaba ayer a las puertas de esos dos euros.

El precio medio de la gasolina de 95 estaba ayer en 1,837 euros, el diésel en 1,831 y la gasolina 98 se pagaba a 1,963. Se trata de una situación derivada de la guerra de Ucrania que está afectando también al petróleo y éste a su vez al combustible, cuyos precios se han disparado. Desde una semana antes de comenzar la invasión rusa, la gasolina de 95 ha subido un 10,7% su valor en las estaciones de la provincia y el gasóleo habitual ha crecido otro 14 por ciento. Si se compara con lo que costaba llenar hace un año un depósito de 55 litros, ahora es entre 28 y 36 euros más caro para el conductor de la provincia.

El presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de la Provincia, Francisco Molina, habla de una situación nunca vista y asegura que es «insostenible» para los profesionales y para las familias, que se verán golpeados por este incremento de los precios y ello derivará en menos ventas, dado que «los costes son mayores que los beneficios», por lo que apuntó incluso al posible cierre de estaciones de servicio si no se adoptan medidas rápidas. Para empezar, solicitó que el Gobierno de Pedro Sánchez reduzca, al menos de manera puntual, el IVA, del 21 al 10% por ciento, para que se pueda rebajar el precio del combustible y no tenga este impacto tan negativo para la economía. «Ahora que iba remontando el sector de la pandemia llega el palo final», indicó en declaraciones a La Tribuna.

También calificó de «insostenible» la situación el presidente de la Asociación Provincial de Taxistas, Juan José Sansebrín, quien subrayó que en su caso no lo pueden repercutir en los clientes dado que cuentan con tarifas fijas establecidas por el Gobierno regional. «Estamos al límite», por lo que comentó que, de seguir así, a algunos les saldrá más rentable «quedarse en casa y no trabajar porque trabajar significa pérdidas».

En una línea similar se pronunció el presidente de la Asociación provincial de Transporte de Viajeros, Cándido Bravo, quien señaló la preocupación de este colectivo que también cuenta con contratos a precios fijos en determinados casos, como las rutas escolares o las líneas regulares. Por ello, indicó que están reclamando soluciones.

El presidente de la Asociación Provincial del Transporte de Mercancías, Carlos Marín, afirmó que la situación que se vive es consecuencia de una realidad que vienen denunciando hace tiempo: el llamado «efecto cohete y efecto pluma», es decir, cuando sube el petróleo «se dispara el precio del combustible y cuando baja, no lo bajan». Por ello, el también presidente de la patronal ciudadrealeña habló de «monopolio de las petroleras», que están «ganando un dineral» y recordó que en el año 2008 el brent estuvo por encima de los 150 dólares el barril y sin embargo el gasóleo estaba a 1,20-1,30 euros, mientras que comentó que en días pasado el brent estaba a 1,26. Reconoció que la situación es «complicada» aunque subrayó que no avalan el paro que ha convocado «la autodenominada Plataforma de Defensa del Transporte», sino que lo que piden es que se cumplan los acuerdos alcanzados y el real decreto que permite repercutir el precio en sus clientes.