Una segunda vida al tren

Ana Pobes
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Su pasión por el ferrocarril llevó a José Luis Pinilla a dedicarse a la restauración de trenes. Su último trabajo, dos vagones que viajarán a la estación de Canfranc (Huesca) convertida en hotel

Una segunda vida al tren - Foto: Rueda Villaverde

En una nave de Manzanares dos vagones 'solitarios' lucen su nuevo aspecto. Atrás dejaron su esqueleto para convertirse hoy en dos robustas máquinas a las que les espera una nueva vida a más de 600 kilómetros, en la estación de Canfranc (Huesca), uno de los complejos ferroviarios más importantes de los construidos en Europa en el primer tercio del siglo XX. Hasta allí viajarán la próxima semana a petición de la cadena hotelera Barceló, que ha transformado la emblemática estación de Huesca, inaugurada en 1928 por el rey Alfonso XIII, en un hotel de cinco estrellas de más de cien habitaciones. Será en este establecimiento hotelero donde los dos vagones, de 1927 y de los años 80, y de más de 20 metros, volverán a tener 'vida', ya que los huéspedes podrán disfrutar en ellos del concepto royal breakfast, gastronómico y a la carta.

La falta de viajeros y del trajín de maletas y bolsos llevó a estos trenes a que su última parada fuera el desguace. Al borde de la desaparición, José Luis Pinilla, vecino de Manzanares, les salvó de la muerte y se dedicó a su restauración. Una tarea, reconoce, que no ha sido fácil y en la que ha trabajado durante los últimos ocho meses, cuando el pasado mes de  julio comenzó con las labores de aislamiento, suelo radiante, chapa, estructura, y todo un sinfín de trabajos. Atrás dejó su imagen de vagones grafiteados, sin puertas y con los cristales rotos, para ser hoy dos «auténticas joyas» con el rótulo de Canfranc Express en letras doradas.

Un trabajo «muy disciplinar» que abarca desde pintura, carpintería, fontanería, chapa y electrónica hasta conocer la historia del ferrocarril. «Aunque me apoyo en empresas externas, tengo conocimientos a nivel general de todo ello. Hay que saber muy bien lo que se hace», reconoce. Y para eso, se ha empapado de documentos, ha estudiado y se ha leído todo tipo de artículos para conocer así todos los entresijos del sector del ferrocarril, desde la maquinaria que se empleaba hasta cómo se decoraban los vagones. Un bagaje, reconoce, que le llevó a montar en 2009 su propia empresa.

En el taller se puede contemplar desde una locomotora de 192o hasta los dos vagones recién restaurados que la cadena hotelera Barceló usará como restaurantes.En el taller se puede contemplar desde una locomotora de 192o hasta los dos vagones recién restaurados que la cadena hotelera Barceló usará como restaurantes. - Foto: Rueda Villaverde«El ferrocarril es mi pasión. Y esta empresa (Mare Ingeniería Ferroviaria Alternativa) es la materialización de mi pasión. Desde muy niño sentía gran atracción por el tren, pero no fue hasta 2009 cuando construí un tren para Granada». Fue entonces cuando se embarcó en montar su propia empresa, en la que con ayuda de varios empleados construye, restaura y repara vagones de ferrocarril y locomotoras para proyectos turísticos y lúdicos.

Catorce años en los que, pese a las dificultades de la pandemia y la recesión económica, se ha hecho un hueco en este mundo afianzándose como una empresa líder de la mano de clientes de renombre como el parque temático PortAventura World (Tarragona), el Tren de Sóller en Mallorca y el Museo parisino de Orient Express. Diferentes lugares a los que ha llevado el sello 'Made in Manzanares'.

Ahora, Pinilla ha comprado un vagón de cercanías de A Coruña que en unos días llegará a Manzanares. «Lo iban a desguazar, pero yo me lo traigo, lo guardo en la parcela y lo macero como los buenos vinos, luego veremos qué uso le damos», comenta al lado de una locomotora de vapor de vía estrecha del año 1920, que perteneció a la azucarera de Madrid, más tarde al Regimiento de Zapadores Ferroviarios de Madrid Cuatro Vientos y después pasó por un chatarrero y por un particular hasta que en el año 2016 cayó en manos de José Luis, que le salvó de su desaparición. «Un maquinón», comenta con satisfacción, que tras su rehabilitación su idea es que pase a formar parte de un ferrocarril turístico en algún lugar de España.  A eso se dedicará en un futuro, pues en los próximos días comenzará la restauración de una locomotora y un furgón blindado de ferrocarril a cargo del Consistorio de Las Rozas, los cuales esperan una segunda vida.  

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Una segunda vida al tren - Foto: Rueda Villaverde
En el taller se puede contemplar desde una locomotora de 192o hasta los dos vagones recién restaurados que la cadena hotelera Barceló usará como restaurantes.
En el taller se puede contemplar desde una locomotora de 192o hasta los dos vagones recién restaurados que la cadena hotelera Barceló usará como restaurantes. - Foto: Rueda Villaverde
Las labores de restauración de este tren comenzaron hace ocho meses, el pasado mes de julio.
Las labores de restauración de este tren comenzaron hace ocho meses, el pasado mes de julio. - Foto: Rueda Villaverde