La huella que está dejando la sequía en el campo poco a poco se va haciendo más profunda y esto se refleja en los partes que se trasladan al seguro. En lo que va de año, más de la mitad de los siniestros en el campo han tenido el sello de la falta de agua. Así se pone en evidencia en los datos facilitados a este diario por Agroseguro, que ponen de manifiesto que de las 19.152 hectáreas afectadas, 10.170 son por la sequía.

Se trata no obstante de una foto fija, captada a 31 de agosto, pero que irá a más, ya que «en este momento se están recibiendo muchos siniestros en uva de vinificación y en otros cultivos importantes como pistacho, nogales o pimientos», detalla el responsable territorial de Agroseguro, Santigo Duro. Explica que la huella de la sequía es la «más transversal», ya que afecta a una mayor diversidad de cultivos y de zonas y por eso es la que ocupa la mayor extensión, aunque son las comarcas de La Mancha y Campo de Montiel las más perjudicadas por la escasez de recursos hídricos.

«Los cultivos más afectados por la sequía son los herbáceos extensivos y la uva de vinificación y de menor intensidad en los secanos leñosos como el olivar y el almendro», aunque todavía tienen encendidas las alarmas por el daño que puede hacer la sequía en el olivar, lo que se verá en unos meses, en noviembre o diciembre, cuando llegue el momento de recoger la aceituna.

En lo que se está viendo ya es en la vendimia, donde ya se están comunicando partes y realizando las correspondientes tasaciones.

No obstante, aunque la huella de la sequía es la más extendida, fueron las heladas de abril las que tuvieron un impacto más destructivo: se llevaron por delante el 80 por ciento de la cosecha de almendra y eso ha tenido también una gran incidencia en el importe económico de las indemnizaciones. En concreto, el volumen de siniestralidad en el campo que se ha generado dará lugar a un montante total de indemnizaciones de 7 millones de euros, de los que 3 corresponden al almendro. «Fueron superdestructivas», detalló Santiago Duro.

«La sequía es pertinaz y cada día se va haciendo más y más notable», dijo, al tiempo que comentó que los cultivo que cuentan con algo de dotación de agua han podido ir sorteando las consecuencias, pero las parcelas de secano, alrededor de la mitad de las que hay en la provincia, están acusando en mayor medida la falta de lluvias.

Mientras el campo mira al cielo esperando las precipitaciones, la realidad se evidencia a sus ojos, puesto que el paisaje de aridez de la sequía sólo se ha visto 'interrumpido' en algunos casos por las tormentas, que traen un nuevo temor: el pedrisco. «El pedrisco donde más ha caído ha sido en Arenas de San Juan y en Villarrubia de los Ojos, en la comarca de la Mancha», agregó Duro advirtiendo de que los imprevisible del tiempo en septiembre puede incrementar fácilmente la superficie de cultivos afectados, por lo que prevé superar dentro de poco la barrera de las 20.000 hectáreas dañadas.  

Eso en los primeros nueve meses del año, lo que implicaría datos muy cercanos a los de todo 2020, cuando las inclemencias meteorológicas perjudicaron a 25.163 hectáreas. No obstante, de momento está lejos del nivel que se alcanzó el año pasado, uno de los peores, con hasta 42.748 hectáreas dañadas.

En concreto, de los 7 millones de euros a pagar en indemnizaciones, tres de ellos corresponden al almendro, por la pérdida casi completa de la cosecha, mientras que dos millones son para compensar las pérdidas en el viñedo, que irá el alza en los próximos días; un millón para los daños en parcelas sembradas en hortalizas; medio millón para los cereales y otro medio millón para otros cultivos de la zona.

«Ya se han pagado gran parte de las hortalizas y cultivos herbáceos y se está empezando a pagar el almendro», concretó Santiago Duro, quien agregó que los daños en las viñas, a medida que se vayan terminando las tasaciones, se irán desembolsando, aunque esas tasaciones apenas están «recién empezando». No ha sido en los últimos días cuando se ha comenzado a vendimiar en muchas zonas y se están detectando los daños.

La provincia, por su parte, ha conseguido esquivar ,de momento, el pedrisco de verano, que sí ha caído en las provincias de Albacete y Cuenca, causando daños importantes en muchas parcelas. «De momento ha habido poco pedrisco y es raro, suele ser el riesgo principal, pero ahora han caído sobre todo en Albacete y en Cuenca», comentó el representante de Agroseguro.