Eugenio tenía su casa, su trabajo y su familia, hasta que sufrió, hace nueve años, un traumático proceso de separación. Aquello supuso un dramático punto de inflexión en su vida. El alcohol, las malas influencias y, como él dice, "la sociedad", le condenaron a vivir en la calle. Es una de las 654 personas que atendió en la provincia Cáritas Diocesana a través de su 'Programa sin Hogar', y actualmente es participante en el programa de rehabilitación para personas sin techo en Casa de Abraham, centro de atención integral (CAI) que esta organización tiene en Daimiel. Él le ha puesto la cara a la presentación de la nueva campaña para personas sin hogar que Cáritas lanza bajo el lema 'Fuera de cobertura', y que, demás de la lectura de un manifiesto, contempla actividades en varios puntos de la provincia, como la realización de un flashmob este jueves (12 horas) en la plaza Mayor de la capital.

Se trata de una campaña que pretende visibilizar una realidad que sigue siendo patente en las calles de Ciudad Real. Según los datos de Cáritas, en 2021 realizó casi un millar (985) de atenciones a personas sin techo. Por los tres centros CAI y un piso de autonomía que gestiona en la provincia han ido pasando durante el año pasado estas 654 personas atentidas, un 89% hombres, la mayoría españoles (76%), más de la mitad en una franja de edad entre los 26 y 55 años (57%), y la mayoría con estudios primarios (65%), aunque también han llegado personas con estudios superiores (15%). En cuanto a su situación sentimental, casi todos (78%) eran solteros o separados, y con apenas vínculo familiar y social, lo que aumenta su sentimiento de soledad y abandono. Sin cifras en las que se apoya Cáritas para volver a pedir un mayor compromiso por parte de las instituciones para fomentar la recuperación personal de los que se han quedado sin hogar y, también, una mayor sensibilidad por parte de la sociedad, que "no debe mirar hacia otro lado y sí mirar a los ojos de estas personas", en palabras de la directora de Cáritas en Ciudad Real, Concepción Aranguren. Por ello, el lema de esta 'Programa sin Hogar' viene acompañado de una acotación: 'Sin cobertura sanitaria, social o legal, sin un hogar digno, sin apoyo y sin red; no dejes que se queden fuera'.

De estas personas que han pasado por sus CAI de Ciudad Real (centro Jericó), Alcázar (Samaría), Daimiel (Casa de Abraham) y el piso de autonomía de la capital, con 119 se ha trabajado más en profundidad, acompañándoles en sus procesos de recuperación y facilitándoles acceso a los recursos de la comunidad, y de ellas 20 han logrado la reinserción en la sociedad como ciudadanos de pleno derecho.

Un momento de la presentación de la campaña. - Foto: Tomás Fernández de Moya

Eugenio anhela llegar hasta el final de un proceso lento y difícil, aunque tiene miedo a lo que pueda venir después: "Degeneré hasta verme viviendo en la calle, y eso te deshace, no se puede explicar hasta que no pasas por ello. Estoy muy agradecido a Cáritas porque me reparó la vida, pero lo que vendrá después no va a ser fácil. Es la sociedad la que te limita. El gran problema es encontrarse sin trabajo, otra vez en soledad, sin la ayuda psicológica que ahora tenemos". 

Morir en la calle

Eugenio y Cáritas recibieron con especial tristeza la noticia del fallecimiento en la calle, hace unos días a las puertas de la antigua Casa de la Cultura de Ciudad Real, de un compañero sin techo, "conocido y querido" por la organización, siendo el segundo caso similar en poco tiempo en la ciudad. Francisco Alhambra, coordinador del Área de Inclusión de Cáritas, explicaba que acudir a Cáritas para poder entrar en el programa para gente sin hogar parte de "la libertad individual" de decidir de los afectados, garantizando que la organización, en la actualidad, está en condiciones de ofertar este servicio y plazas en sus diferentes CAI a todo aquel que lo necesite y lo acepte.

Por último, Concepción Aranguren lanzaba otro mensaje a la sociedad para que "gente generosa" dé un paso al frente para trabajar con ellos en favor de este tipo de colectivos vulnerables.