De Lisboa a Padua en bici, por amor y devoción

Manuel Espadas
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El alamillero Daniel Fuentes está recorriendo en su bicicleta y en solitario los más de 3.000 kilómetros que separan estas dos ciudades como homenaje a San Antonio de Padua, a su localidad natal y a la figura de sus abuelos

Daniel Fuentes, en una de sus primeras etapas. - Foto: LT

Daniel Fuentes Marín es un ciudadrealeño de 38 años de edad al que no se le ocurrió mejor modo de rendir homenaje a sus tres grandes pasiones que montándose en una bici para recorrer, él solo, más de 3.000 kilómetros en poco más de 20 días. El orgullo por su pueblo natal, Alamillo, el amor, respeto y reconocimiento hacia las figuras de sus abuelos y de los mayores en general, su devoción por San Antonio de Padua, patrón de esta localidad, y su pasión por el deporte, le llevaron a idear una bonita pero exigente aventura que está llevando a cabo en la actualidad: pedalear desde Lisboa, donde nació el santo, hasta la ciudad italiana de Padua, donde descansan sus restos.

Daniel Fuentes ha estado preparando este reto durante tres meses, al tiempo que acumulaba días libres en su actual puesto de trabajo, en la Consejería de Obras Públicas, en Toledo. El pasado domingo comenzaba el recorrido en Lisboa, haciendo noches en Couço, Badajoz y Don Benito, para vivir un momento muy especial en su llegada a su querido Alamillo. "Fue una experiencia inolvidable, en la que me sentí muy querido, porque me estaban esperando en la calle mis familiares y amigos, con fotos y pancartas". Porque Alamillo significa mucho para él. Allí vivió hasta los nueve años y siempre que puede regresa para disfrutar de un pueblo del que se siente muy orgulloso y se muestra encantado de "darlo a conocer" con esta singular aventura. No falla cada 13 de junio, día del patrón.

De hecho, en las alforjas que lleva en su bici, de unos 14 kilos de peso, además de la ropa imprescindible para el viaje, lleva una bandera de España con el nombre de Alamillo, además de la garrota -desmontada- de su abuelo Rafael y un anillo de su abuela Olalla, muy devota ésta de San Antonio de Padua. Serán sus compañeros de aventura hasta llegar a Padua, donde pretende comprar una imagen del santo para que la bendigan en la basílica y donarla a la parroquia de Alamillo. Tampoco faltan en su equipaje un pañuelo de yerbas y una camiseta de la Pandorga, como homenaje a su también querida Ciudad Real.

El cicloturista alamillero, junto a la estatua de San Antonio de Padua, en Portugal.El cicloturista alamillero, junto a la estatua de San Antonio de Padua, en Portugal. - Foto: LT

Este fin de semana estaba por la capital resolviendo algunas gestiones y el lunes saldrá hacia las Hoces del Cabriel, poniendo rumbo después hacia la costa valenciana, buscar el norte pasando por Tarragona y Barcelona, para después atravesar Francia por Perpignan, Beziers y Nimes, entrando en territorio italiano, donde el día 20 espera llegar a Padua.

Más fotos:

Daniel Fuentes, con la bandera de Alamillo.
Daniel Fuentes, con la bandera de Alamillo. - Foto: LT
Daniel Fuentes, con su padre.
Daniel Fuentes, con su padre. - Foto: LT

La aventura no ha hecho más que empezar y ya le ha dado para poder contar anécdotas, como los gestos altruistas que han tenido con él en un taller extremeño para solucionar una avería en la bici y en una floristería, al conocer en qué consistía su reto, o lo "fenomenal" que se han portado con él en la tienda Mbici de Ciudad Real, acoplando de manera artesana el transportín al cuadro de su bicicleta de carretera. Son solo algunos apuntes que ya ha podido hacer en un cuaderno de bitácora que durante tres semanas va a llenar de vivencias en una de esas experiencias que sólo se viven una vez en la vida. Es un viaje personal, diseñado por él y que él mismo se costea, sin acompañantes que le asistan, sin patrocinadores ni retos solidarios. Solo lo hace por él, por sus abuelos, por Alamillo y por su patrón, San Antonio de Padua. Razones de mucho peso para Daniel Fuentes.