Precio histórico vinculado a la calidad de García Carrión

A. Criado
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Las cotizaciones, vinculadas a la calidad y la producción, pueden alcanzar los 0,504 euros por kilogramo (83 pesetas) tras la reciente actualización al alza de las tablillas por parte de esta compañía

Precio histórico vinculado a la calidad de García Carrión - Foto: Tomás Fernández de Moya

García Carrión pagará esta vendimia un precio histórico por la uva tempranillo en la Denominación de Origen Valdepeñas. Las cotizaciones, vinculadas a la calidad y la producción, pueden alcanzar los 0,50 euros por kilogramo (83 pesetas) tras la reciente actualización al alza de las tablillas por parte de esta compañía si la uva que entra es de 14 grados. Un sistema de compra de uva novedoso en este territorio, que el grupo bodeguero ya tenía implantado en la DO Jumilla, y que «los viticultores, tras varios años con el precio a la baja, han recibido de forma muy positiva».

Así lo asegura Antonio González, director de Enología del grupo García Carrión, que hace hincapié en que el pago de la uva vinculado a parámetros de calidad ha llegado para quedarse en la DO Valdepeñas. Se reforzará, además, con el seguimiento anual que realizará el grupo de los viñedos que le proveen (poda, tratamientos, floración...), «para que el viticultor pueda planificar el trabajo y marcarse unos objetivos».

«El consumidor, del que al final se obtienen los beneficios económicos, tanto para la bodega como para los agricultores, paga por la calidad», insiste González para explicar que además de los clásicos grado y acidez, García Carrión valora otra serie de parámetros para establecer el precio de la uva. «Y hay que tener en cuenta que no todas las campañas son iguales, de ahí la importancia de hacer un seguimiento de los cultivos», apostilla.

En lo que a la actualización de precios se refiere, García Carrión pagará con hasta seis pesetas (0,036 euros) por kilogrado las producciones de menos de 5.000 kilos por hectárea; 5,5 pesetas (0,033 euros) para las zonas de entre 5.000 y 6.000 kilos/hectárea; y de cinco pesetas (0,030 euros) en las áreas de producción de más de 6.000 kilos. Antonio González resalta que el rendimiento por hectárea también influye en la calidad del producto final: «En el campo no hay reglas matemáticas pero, a priori, la calidad de la uva en un viñedo al máximo de la producción, es menor».

Con estas medidas, García Carrión pretende mantener un cultivo de secano de calidad y erradicar el fraude que denomina como «de la compra de papel», que ya ha denunciado en reiteradas ocasiones.