Tomás Pina (14-10-1987. Villarta de San Juan) ya ha debutado con su nuevo equipo, el Henan Songshan Longme, que marcha tercero de la Superliga China. Tras disputar unos minutos ante el Wuhan (2-2), el pasado fin de semana fue titular en el triunfo ante el Guangzhou (2-1). Sigue así los pasos de otro futbolista de la provincia, Nano Rivas, que ya jugó en el Guangzhou Renhe chino entre 2012 y 2014.

El centrocampista villartero asegura que estos primeros días en China han sido una locura. «Aterricé en Pekín y debido al Covid el aeropuerto estaba prácticamente vacío. Tuve que guardar cuarentena en un hotel», repasa. Una vez cumplido ese periodo se trasladó de Pekín a Zhengzhou, una ciudad de más de 10 millones de habitantes, donde asegura que el trato en estos primeros días «está siendo genial. El cuerpo técnico, los compañeros, la gente del club y la afición se están portando genial conmigo». 

Este verano tuvo ofertas de otros clubes españoles, pero se decantó por esta opción más exótica. «Vi que era el momento. En España he jugado al más alto nivel durante muchos años, el entrenador mostró mucho interés en mí y vi que era el momento de probar algo diferente», argumenta. 

El hecho de que el equipo esté luchando por una de las tres primeras posiciones que dan derecho a disputar la Liga de Campeones de Asia y que el cuerpo técnico, encabezado por Javier Pereira, sea español, así como la oferta económica, influyeron en la decisión, que le vincula al club lo que resta de esta campaña y la que viene.

Ponía fin así a una etapa de cinco temporadas en el Deportivo Alavés, con el que la pasada campaña no pudo lograr la permanencia en Primera División y donde ha dejado huella por su carácter. «Fue un año duro en un club y en una ciudad donde he sido muy feliz y que siempre llevaré en mi corazón».

En su nuevo equipo espera aportar su conocimiento y experiencia en una posición como es la de medio centro donde intentará dar equilibrio dentro de un fútbol como el chino que se caracteriza por ser más de ida y vuelta.

De momento, su familia no se ha trasladado a China, aunque si todo va bien lo hará en un futuro. A punto de cumplir los 35 años sentía que era el momento de conocer otro fútbol y tener una experiencia vital de la que, hasta el momento, solamente posee buenas palabras.