Viaje socioeconómico por la opción sur de la A-43

Hilario L. Muñoz
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Datos de población, acceso a servicios, empresas y vehículos son aspectos a tener en cuenta antes que se dé por descartada una autovía por los tiempos del trayecto o el desgaste de ruedas

Viaje socioeconómico por la opción sur de la A-43 - Foto: Rueda Villaverde

Tiempos de recorrido, combustible, ruedas y víctimas son los cuatro parámetros que tuvo en cuenta la Dirección General de Carreteras para señalar que la inversión en la N-430 es «más rentable socialmente» que construir la A-43. Así se indica en la resolución que hizo estallar todas las alarmas reclamando a Transportes que hay aspectos socioeconómicos que van más allá y que no se han tenido en cuenta. 

El primero de ellos es la población. 62.000 personas se verían beneficiadas de forma directa por la construcción de la opción sur, sumando los vecinos de Almadén, Almadenejos, Almodóvar, Brazatortas, Chillón, Guadalmez y Puertollano, los municipios más afectados por el parón al proyecto de la autovía. En el lado de la N-430 hay una población de 14.000 ciudadrealeños, la suma de Alcolea, Luciana, Piedrabuena y Puebla de Don Rodrigo, pero también la de localidades próximas como Agudo, Picón, Saceruela y Porzuna, que se beneficiarán del posible desdoblamiento de la N-430.  Todos miran ahora hacia el antiguo Ministerio de Fomento reclamando que no se olvide de su proyecto. 

Otro matiz de ese análisis socioeconómico se encuentra en las empresas. Almadén, Puertollano o Argamasilla de Calatrava cuentan con medio millón de metros cuadrados vacantes de suelo industrial, frente a los 120.000 que ofertan Picón, Porzuna o Piedrabuena, próximamente, cuando amplíe su polígono industrial esta última localidad. Es más, sumando el suelo ocupado, ese «territorio con dinamismo económico modesto», que cita el Ministerio, tiene dos millones de metros cuadrados en la opción sur, a los que se suman los más de 10 millones de metros cuadrados de zona industrial del aeropuerto, ahora, abocados al olvido sin una autovía que sirva para vertebrar el sur de la provincia y comunicar el este y el oeste de la Península. 

El tráfico también es un aspecto a analizar, porque el Ministerio argumenta que no hay unos niveles que justifiquen la construcción de una autovía. En la N-430 hay un índice medio diario de vehículos de 2.200 en algunos tramos, por ejemplo en Piedrabuena, reduciéndose a los 1.600 en la zona próxima a Badajoz, según datos del Ministerio. En la hipotética opción sur hay que remitirse a los datos de la Junta, porque actualmente no hay ninguna carretera nacional que una Puertollano y Almadén. Aquí hay tramos que superan los 2.000 vehículos, en la zona de Brazatortas, mientras que en el resto de tramos hay entre 1.000 y 1.500 vehículos diarios. El porcentaje de camiones pesados en la N-430 es de un 20% aproximadamente, en el sur del 10%, todo a través de carreteras regionales o provinciales.

«Sin ferrocarril ni autovía no se hubiera desarrollado ningún país ni comarca», argumenta el presidente de los empresarios de Puertollano (Fepu), Miguel Ángel Ruiz en declaraciones a La Tribuna. Por este motivo ve erróneos los argumentos del Ministerio, porque no tiene sentido decir que una infraestructura no se hace por el desarrollo económico actual de la comarca, sino «para que la sociedad se desarrolle». Por este motivo, desde Fepu creen que aplazar la autovía es algo que afecta a «todo el desarrollo industrial» de la comarca de Puertollano, de Almadén y de Extremadura, pero también a toda la provincia, porque se priva a una provincia exportadora, como es Ciudad Real, de tener una conexión con Portugal por autovía. En su opinión, con el anuncio hay empresas que «se pueden plantear» no venir a Puertollano y recuerda la importancia que tiene la autovía en otros factores claves para la ciudad minera, como la variante sur.  

«No tenemos nada a 100 kilómetros a la redonda», argumenta el vocal de los empresarios de Almadén, Manuel Trujillo. «Es fundamental que haya aportación de emprendimiento externo a la comarca y para eso son fundamentales las comunicaciones», afirma. En su opinión, «la autovía es lo único que puede hacer que se revitalicen las zonas deprimidas», señala. De hecho, considera que construir una vía de alta capacidad es cuestión de «voluntad política» porque en toda España hay autovías que «unen poblaciones» y tienen «un sentido socioeconómico», sin importar el número de coches que circulan en el corto plazo.