«No he podido encajar en el nuevo proyecto»

Juan Carrizo / Albacete
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La bolañega Elena de Toro deja el Fundación Albacete al no poder compaginar los entrenamientos con su carrera universitaria y asegura que «ha sido una decisión difícil y muy dolorosa»

La guardameta bolañega Elena de Toro sale a despejar un balón durante un partido de la Liga Iberdrola. - Foto: José Miguel Esparcia

El deporte genera dudas en sus actores en ciertos momentos de la vida. Las decisiones se hacen difíciles y son muchos los factores que se deben barajar. La bolañega Elena de Toro tuvo que tomar una decisión, la de dejar el Fundación Albacete tras defender su portería durante seis años. El club quería seguir contando con sus servicios, ella se encontraba muy a gusto y también quería continuar, pero la próxima temporada el Fundación Albacete dará un paso más en su camino hacia el profesionalismo y entrenará por la mañana, algo que era imposible de compaginar para Elena, que estudia CAFD (Ciencias de la Actividad Física y el Deporte) en la localidad valenciana de Xátiva. 

«El año pasado pude compaginarlo, pero la próxima campaña el equipo va a entrenar por las mañanas y es imposible. Quiero terminar mi carrera, pienso que los estudios son muy importantes y, aunque es doloroso, tomé la decisión de dejar el Fundación, aunque tanto el club como yo queríamos continuar», explicó a este diario.

«He intentado mirar todas las opciones, igual que el año pasado pude hacerlo aunque me tocara coger el coche todos los días que había entrenamiento por quedarme en el equipo. Ha sido una decisión difícil pero tengo que mirar por mi futuro», añadió la guardameta, que iba y venía desde Xátiva, que esta a una hora y cuarto de Albacete, ya que iba a clase por la mañana y entrenaba por las tardes. «Aquí sólo hay clases por la mañana, no hay un turno de tarde y es imposible estar en dos sitios al mismo tiempo. Entiendo que quieren hacer el club más profesional, seguir creciendo, y no puedo encajar en ese nuevo proyecto. Creo que los estudios son muy importantes y ahora me toca buscar un sitio para jugar donde pueda compaginar ambas cosas».

«Me da mucha pena, porque son muchos años. Yo me quería quedar, el club contaba conmigo, pero he dado prioridad a los estudios», insistió la portera internacional en categorías inferiores.

Elena de Toro nació en Bolaños de Calatrava en 1997 y con apenas 17 años aterrizó en un Fundación Albacete que acaba de ascender a Primera. «Llevaban varios años tratando de ficharme, pero yo era muy pequeña y además jugaba en La Solana, que estaba en la misma categoría que el Fundación, Segunda División. Este mismo año también jugamos la fase de ascenso, pero no logramos subir. Con el Fundación ya en Primera decidí dar el paso, tenía varias ofertas pero decidí aceptar la del Fundación porque llevaban varios años intentado mi fichaje. No me arrepiento para nada porque aquí he vivido las mejores experiencias que he tenido en el mundo del fútbol».

«He vivido los mejores años del Fundación Albacete y me da rabia irme, porque quería haber dejado al equipo donde realmente se merece estar, en la Liga Iberdrola. Este año, aunque íbamos terceras, seguro que habríamos dado guerra en la recta final y estamos convencidas de que hubiéramos podido pelear por el objetivo. Me quedo con lo bonito, aunque me quedará una espina clavada, aunque quién sabe, igual el día de mañana vuelvo. No lo descarto. Ahora me toca tomar esta decisión pero igual el día de mañana nuestros caminos vuelven a cruzarse», manifestó Elena de Toro.

No fueron fáciles aquellos primeros partidos en Primera, «donde nos metían goleadas. Se nota mucho el cambio de una categoría a otra, pero logramos acostumbrarnos y durante muchos años hemos estado al nivel de exigencia necesario para mantenernos. El año del descenso fue extraño».

«Hicimos la mejor primera vuelta de los cinco años en Primera, pero en la segunda todo se nos torció, el equipo no estaba bien y descendimos. La temporada es muy larga y tienes que estar al máximo nivel de principio a fin. Fuimos dejado escapar puntos que al final echamos de menos», argumentó.

Seis temporadas dan para mucho. Elena de Toro llegó con 17 años y se marcha con 23. «Me llevo muchas cosas, muchas amistades y es una pena. El equipo siempre ha sido muy familiar. Llegué siendo una niña, con mucho miedo, y a la semana me sentía parte del equipo. Entiendo que el club quiera ser cada vez más profesional. Aquí pasamos de tener nosotras que pagarnos casi todo a que ahora lo pague el club. Cuando llegué sólo me pagaban la residencia y ahora teníamos un sueldo y una gran repercusión en televisión».