La sequía traerá una primavera de riesgo moderado

Hilario L. Muñoz
-

A falta de marzo y de ver la evolución de la primavera, los datos apuntan a que haya poca concentración de gramíneas

La sequía traerá una primavera de riesgo moderado - Foto: TOMÁS FERNÁNDEZ DE MOYA

La ausencia de lluvias del invierno traerá un cambio en las previsiones de alergias de la próxima primavera. Tras años en que se han visto primaveras de riesgo alto o extremo, este se prevé «moderado». El jefe de Alergología del Hospital General, Francisco Feo Brito, recuerda que esta valoración está aún pendiente de los datos que deje marzo, siempre teniendo en cuenta las gramíneas. «Los datos históricos de Ciudad Real sobre la concentración anual de gramíneas, junto a los datos meteorológicos de lluvia y humedad de octubre a marzo, permiten predecir la concentración total de gramíneas de cada temporada», señaló, de ahí esa valoración de riesgo moderado, aunque «esta información de marzo debe confirmarse durante mayo y junio, pues la climatología es igualmente decisiva». En este sentido, el también ex presidente del Comité de Aerobiología Clínica de la Sociedad Española de Alergia, apuntó que «el tiempo seco y soleado se presentaría como el peor escenario para los alérgicos, mientras que las lluvias y humedad en mayo son muy favorables».

Francisco Feo recuerda que en primavera «la alergia se corresponde con la polinización de las gramíneas y el olivo», siendo los meses fuertes los de mayo y junio, cuando pueden producirse crisis de asma, pero ya en marzo suelen iniciarse «síntomas óculo-nasales». En este sentido, aunque hay alergias para muchos tipos de pólenes, son las gramíneas las que constituyen «el polen dominante». «Por este motivo, los años altos en gramíneas son intensos en sintomatología, y los años con pocas gramíneas repercuten menos en la salud». De hecho, la inflamación bronquial que provocan «favorece que otros pólenes, como olivo o malezas, empeoren la descompensación clínica del asma».

Lo que se espera en las próximas semanas es la polinización de la Poa annua, un tipo de gramínea que provoca exclusivamente síntomas nasales. «Entre finales de marzo y la primera semana de abril poliniza el plátano de sombra, muy presente en calles, parques y avenidas», pero con todo seguirá habiendo síntomas nasales y asma leve, ya que solo alcanza los 100-200 granos por metro cúbico. El mayor riesgo se producirá en los meses de mayo y junio. «El año pasado resultó especialmente alto para los pólenes de gramíneas y olivo, con registros que no se alcanzaban desde hace 12 años», pero el efecto protector de las mascarillas evitó síntomas asmáticos de mayor gravedad. De hecho, las mascarillas eran «una medida preventiva que había sido controvertida, pero que con la polinización del año pasado se confirmó como la medida preventiva más eficaz para los pacientes alérgicos a pólenes».

Lo que sí que ha hecho también estas semanas de tiempo sexo y soleado es acelerar «la polinización de las Cupresáceas o arizónicas, los setos de jardín, con un inicio muy temprano pues en diciembre ya se llegaron a alcanzar niveles reactivos». Igualmente, apuntó que se ha producido con estos cambios en las temperaturas modificaciones en la polinización de otras plantas como las Amarantáceas o Salsola y la Artemisia, que prolongan su polinización de desde junio hasta noviembre. «La alergia primaveral, o de los pólenes, ha cambiado su evolución y la clásica de mayo-junio se ha convertido en una alergia perenne, para una gran parte de los pacientes alérgicos». Por este motivo, el doctor señala que «el cambio climático está modificando el calendario polínico y el riesgo para los pacientes resulta muy variable a lo largo de toda la temporada». De hecho ahora es clave conocer ciertos factores para lo que hay aplicaciones como 'Alerta pólenes', que pueden ser de «mucha utilidad, pues no sólo ofrece datos cuantitativos, sino también una información cualitativa sobre la situación actual y nivel de riesgo para los pacientes».

Hay que tener en cuenta que es ahora, antes de los picos de alergia, cuando se debe actuar frente a las alergias. La inmunoterapia o vacunas específicas es el tratamiento más eficaz, ya que modifica «la evolución natural de las enfermedades alérgicas, evitando la progresión de la rinitis al asma». «Durante los últimos años se han producido nuevos avances en este tratamiento, duplicando la dosis de alérgenos cuando se realiza el tratamiento para los alérgicos a gramíneas y olivo», esto implica que se ha mantenido la seguridad del tratamiento, duplicando el polen al que se somete al paciente, y provocando «una mayor tolerancia a los pólenes, y, por tanto, una mayor eficacia de la vacuna». «Asimismo, se han explorado nuevas vías de administración, como la intradérmica, con una presentación más directa del antígeno». Igualmente, ya hay formatos pre estacionales con sólo 4-6 dosis a intervalo semanal, que alcanzan «una eficacia similar, y suponen una mayor comodidad para los alérgicos».