El Balonmano Alarcos regresa este sábado (18.30 horas) en la pista del Málaga a la competición liguera. Tras el parón provocado por la Copa del Rey, donde selló su pase al vencer al Alicante y donde ahora se verá las caras con todo un clásico de la Liga Asobal como el Valladolid, el equipo entrenado por Isidre Pérez pudo descansar cuatro días, ya que no había liga por los compromisos de las selecciones nacionales.
Un descanso que, por un lado, ha cortado la buena dinámica que arrastraban los ciudadrealeños, con triunfos en Liga ante Antequera y Sant Quirze, y en Copa con el Alicante, pero que por otro lado, era necesario. Así lo ratifica el extremo Pepe Mora, junto con Dídac Talens el máximo goleador del equipo en este arranque liguero, con 12 tantos.
"Nos vino bien este parón porque arrastrábamos muchas bajas y gente con problemas físicos. Necesitábamos el descanso", admite el canterano.
Ya de regreso a los entrenamientos, el reto es "mantener esa línea de trabajo y dinámica positiva. Cada vez hay más gente en los entrenamientos y eso hace que sean de una exigencia mayor. Ganar los dos últimos partidos en Liga y la Copa del Rey fue un chute de energía importante".
Con 4 puntos en Liga y la clasificación sellada para la segunda ronda de la Copa del Rey, Mora recuerda que "con tanta gente nueva al principio nadie daba un duro por nosotros. Nos llegaban muchos mensajes pesimistas, pero nosotros creíamos en nosotros mismos y en nuestro trabajo y ha estamos dando el do de pecho. Somos una piña, cada vez estamos más unidos y conjuntados, el bloque cada vez está más fuerte y jugando sin presión podemos competir con cualquiera".
Mora incidió en la juventud del bloque, "que por un lado puede ser negativo porque quizá nos falta madurez, todo lo contrario que a nuestro próximo rival, el Málaga", pero por otro lado nos permite desplegar un juego más rápido y estando concentrados podemos dar un susto a cualquiera".
El joven extremo resalta también la aportación al equipo de Rolando Urios, con cuyo hijo él empezó a jugar en las categorías inferiores: "Recuerdo que el primer equipo entrenaba después de nosotros y era una barbaridad poder estar con los mejores del mundo. Uno de ellos es Rolando y se ha integrado como si fuera un chaval de 20 años. Nos está aportando la madurez y esa experiencia que él tiene y que nos hacía falta".