El cribado de mama llega al 90 por ciento por tercer año

Hilario L. Muñoz
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Un total de 81 mujeres se han realizado en la provincia la prueba genómica desde que comenzó a ser gratuita hace dos años

El cribado de mama llega al 90 por ciento por tercer año - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

El cribado de cáncer de mama, la prueba que todas las mujeres deberían realizarse entre los 45 y los 70 años para descartar la presencia de un tumor, sigue ganando efectividad en la provincia. El año 2019 va camino de cerrarse como el tercero consecutivo en que este test, una mamografía realizada en un centro hospitalario de la provincia, lograr atraer a más del 90 por ciento de las mujeres que tienen la posibilidad de realizarse esta prueba. Se trata de algo que no había ocurrido hasta ahora e implica una muestra de cómo se han incrementado las posibilidades de detectar precozmente un tumor en estas mujeres. «Es el decano de los programas de prevención en la región con 27 años y ha tenido una evolución importante», dijo el delegado provincial de la Consejería de Sanidad, Francisco José García, quien apuntó que con una participación superior al 70 por ciento ya se consideraría adecuado, por lo que los datos de estos años superan con creces el límite de la eficiencia. 

En el año 2017 acudieron a este programa el 92,56 por ciento de las mujeres que fueron llamadas, 34.752. En 2018 fueron el 91,52 por ciento, 27.839. En este 2019 son, hasta el 15 de octubre, 29.025 las mujeres a las que se han examinado, el 93,15 por ciento de las llamadas. Faltan por citar aún unas 6.000 mujeres hasta que en diciembre concluya esta ronda de cribado de cáncer. 

Para la Consejería de Sanidad, las cifras muestran el éxito de un programa que permite «detectar precozmente la patología» lo que posibilita la atención de la enfermedad antes de que esté en estadios tardíos. Se trata, apuntó el delegado provincial, de un logro gracias a «una buena estrategia de captación activa de las mujeres» tanto en los centros sanitarios como en los hospitalarios, así como a «la colaboración activa de las asociaciones de pacientes que informan y difunden entre las mujeres el beneficio del cribado cuando tienen una edad de riesgo y deben comprobar que están sanas para tratarlas precozmente». Este punto es clave, de hecho, para que la provincia de Ciudad Real destaque en cuanto al porcentaje de mujeres que acuden a la llamada del cáncer de mama, ya que son «muy potentes» y tienen «capacidad de influir» en muchos municipios. 

Los datos sobre el descubrimiento de tumores muestran que en 2018, el último año completo, de las 27.839 mujeres, la mayoría de ellas volvieron a ser citadas a los dos años, al no detectarse ningún tipo de patología. Mientras, 752 pacientes, el 2,70 por ciento, fueron citadas a los seis meses o al año al descubrirse alguna protuberancia que probablemente fuera benigna pero ante la que debe realizarse un seguimiento a corto plazo. Se trata de una revisión para ver cuál es la evolución por si se convirtiera en un posible carcinoma. Por último, solo 135 mujeres, un 0,48 por ciento, fueron derivadas al hospital al descubrirse un posible tumor. No ha habido durante todo el año pasado ninguna mujer a la que se le haya descubierto cáncer en una mamografía, solo esas derivaciones ante elementos probablemente malignos. 

«De todos los carcinomas detectados por el programa de detección precoz de cáncer de mama en 2018, el 76,31% estaban en estadios iniciales, superándose el estándar de calidad», apunta la Consejería en el documento de balance del año al que ha tenido acceso La Tribuna. «De esta manera se consigue el objetivo prioritario del programa, que es la detección precoz de los tumores malignos existentes en fases iniciales, lo cual posibilita tratamientos menos agresivos y más eficaces, mejorando en gran medida el pronóstico y la calidad de vida de las afectadas», se indica. 

La novedad del test.

Para aquellas mujeres a las que se les detecta un cáncer de mama, desde hace dos años, el Sescam cuenta con el llamado test genético predictivo de cáncer de mama, una prueba diseñada para estimar el riesgo de recurrencia a la enfermedad y predecir con la mayor precisión posible la respuesta a la terapia y saber cómo intervenir para evitar que se reproduzca un tumor. Por ejemplo, una prueba de este tipo puede hacer que mujeres que no tienen por qué pasar por ciclos de quimioterapia la eviten, al considerar que el tipo de cáncer de mama que tienen no volverá a reproducirse. 

Estas pruebas genéticas han llegado a 81 mujeres en la provincia de Ciudad Real, desde septiembre de 2017, fecha en la que se incluyó esta prestación dentro de la cartera de servicios financiados por el Gobierno de Castilla-La Mancha, y hasta el 31 de agosto de 2019. Suponen el 34,76% del total de las solicitadas en la región. La edad media de estas mujeres solicitantes es de 54,90 días, con un rango de edad entre 33 y 77 años, similar a la media regional, según los datos aportados por el Sescam. 

En Castilla-La Mancha, el dato se eleva a un total de 233 mujeres que se han beneficiado del programa de perfil genómico personalizado en cáncer de mama. La edad media de las mujeres que han accedido a estas pruebas en la región está entorno a los 54, con un rango de edad que va desde los 30 a los 78 años.

«Para las mujeres supone una garantía y una seguridad», indicó Francisco José García, quien recordó que esta prueba permite «evitar los tratamientos quimioterápicos» cuando no fueran a ser efectivos. «Si alguna mujer puede evitarlo da garantías de obtener el mejor tratamiento en función de la genómica de esa patología». Se trata apuntó el delegado provincial de Sanidad de «una inversión para ganar en calidad».