Representantes del ámbito institucional y social conmemoraron ayer el Día Internacional de Lucha contra la Pobreza con la lectura de un manifiesto en el que se puso de manifiesto la necesidad de adoptar medidas urgentes.

La Alianza Pobreza Cero en Ciudad Real, en la que se aglutinan una veintena de organizaciones sociales y políticas de Ciudad Real, tomó parte en un acto llevado a cabo en el Ayuntamiento de Ciudad Real, donde la concejala de Acción Social, Matilde Hinojosa, reconocía que todas las medidas que se han ido tomando desde la Concejalía y el Ayuntamiento «están precisamente en la línea de luchar para erradicar la pobreza y cómo dentro de los 17 objetivos de la Agenda 2030, 11 están destinados a luchar contra la pobreza, y el resto contra el cambio climático que también está provocando estas situaciones de pobreza».

El manifiesto que leyeron Belén López, de Cáritas Interparroquial de Ciudad Real, y Florentino León, de Cruz Roja Española, en nombre de todas las entidades, resaltó que la pobreza supone «carencias múltiples y simultáneas al acceso de necesidades básicas como la salud, la educación, la vivienda, el trabajo, el acceso al agua, al saneamiento o una nutrición adecuada».

Teniendo en cuenta que en Castilla-La Mancha más del 33% de la población se encuentra en riesgo de pobreza y/o exclusión social, y que en Ciudad Real, según se recoge en el Plan Local de Inclusión, el 25,1% de la población se encontraba en situación de pobreza o exclusión social, tal y como aportaron, «ya no es tiempo de reflexión sino de acción para que las políticas públicas garanticen los cambios necesarios en el actual sistema que rige en el mundo». En el lado contrario, «las 26 personas más ricas poseen la misma riqueza que los 3.800 millones de personas más pobres del mundo», dentro de una desigualdad que se hace cada vez más visible en las sociedades desarrolladas.

«La pobreza, la desigualdad, la discriminación de las mujeres, las migraciones, el cambio climático son fruto de un sistema económico insostenible basado en la explotación sin límites del planeta y de las personas», señalaban, a lo que se añadía «la pobreza infantil se reconoce como una negación de derechos humanos de los niños, las personas en puestos de responsabilidad están legalmente obligados a promover, proteger y cumplir los derechos de los niños». Como resultado, la «necesidad de mayores esfuerzos por parte de los poderes públicos y de las sociedades para el desarrollo de la Agenda 2030 y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible».