Diego Murillo

CARTA DEL DIRECTOR

Diego Murillo


Avant: usuarios de segunda

23/01/2023

Los episodios acaecidos durante la semana pasada en el corredor sur de la alta velocidad son la consecuencia de que las empresas públicas Adif y Renfe están sufriendo un deterioro importante a la hora de prestar sus servicios. No es un problema exclusivo de la línea Madrid-Sevilla. Por ejemplo, en Cataluña, es un día y otro también los retrasos, incidentes -es cierto que algunos de ellos provocados por actos vandálicos, dícese independentistas- y deterioro de la calidad. La restructuración de plantilla, la división de la propia empresa matriz y la rebaja en mantenimiento diario han propiciado una deficiente prestación de la que se escapaba la alta velocidad del sur. En el caso de Cataluña, por ejemplo, la cuestión llegó hasta los Rodalies, donde la Generalitat ingresa la transferencia directamente del Estado, y veremos si finalmente con el tiempo acabará asumiendo el servicio, con el dinero de todos. 
Lo de lo del Avant Puertollano-Ciudad Real- Madrid viene de largo. En el principio, la mirada de Renfe en el 'experimento' de esta lanzadera, muy semejante al AVE, para su posterior exportación a otros territorios, fue siempre atenta y cuidadosa. El mismo tren, las mismas comodidades y ventajas, pero con precio público, es decir, la diferencia la pagaba el Estado como ocurre con el resto de media distancia y Cercanías. Esta conexión fue objeto de importantes estudios en la Universidad de Castilla-La Mancha. Ciudad Real volvía al mapa de las comunicaciones. A la larga, el servicio se ha consolidado, curiosamente, más como una oportunidad para que nuestro talento trabaje en Madrid que viceversa. En cualquier caso, es una ventaja para aquellos commuters (viajeros) que optaron por la rapidez, puntualidad y accesibilidad económica que en estos últimos meses ha saltado ya por los aires. No hay día que no haya incidencias, retrasos, errores, cambio de vagones, falta de información de los andenes, averías… 
El hartazgo es tal que a los cientos de profesionales no les ha quedado otra que rescatar la asociación de la lanzadera para hacerse oír y recuperar viejas reivindicaciones y ser un interlocutor directo con representantes políticos y con las propias empresas gestoras del servicio, por mucho que éstas hagan oídos sordos. 
Hace tiempo que los Avant son un negocio residual para la propia Renfe. Para entender esto, simplemente hay que recordar que, como servicio público, el déficit lo paga el Estado, por lo tanto, el operador ferroviario va a tener otras prioridades, como ocurrió esta semana. En el caos por la avería del enganchón de uno de los primeros Avant en la catenaria por La Sagra, solo se informaba de la afectación de aquellos trenes que procedían de Andalucía o de lo que partían de Madrid a la comunidad andaluza. No hubo ni un comunicado ni información puntualizada de qué estaba pasando con las frecuencias de los medias distancia de esa misma línea, es decir, del Madrid-Ciudad Real-Puertollano. Y si se preguntaba, no sabían qué contestar. Mientras, viajeros varados en mitad de la vía con retrasos de horas y horas, sin apenas atención ni explicación. Como si no existieran. Se suspendió la venta de los billetes del AVE (Sevilla, Málaga, etc) pero no así los del Avant. Como si Ciudad Real no existiera, como si las dos ciudades con parada en la provincia fueran unas estaciones fantasmas, sin horarios, con usuarios regresando a casa más allá de la 1 de la madrugada, confirmando que son usuarios de segunda.