Un joven de 25 años se ha declarado culpable de un delito de abuso sexual en la persona de una menor de 13 y ha aceptado cumplir una condena de cuatro años y seis meses de cárcel, así como el pago de 4.000 euros en concepto de responsabilidad civil. Los hechos por los que el encausado, de iniciales I.S.C., se ha sentado este miércoles en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Ciudad Real se remontan a la Semana Santa de 2019 cuando envió una foto de contenido sexual a una chica a sabienda de que era menor de edad. Ambos solían mantener conversaciones y el 23 de abril de ese año quedaron en verse en la casa de él.
Sobre las 8.20 horas la menor salió de su vivienda y, conforme lo habían acordado en lugar de ir al instituto donde cursaba estudios de Secundaria, fue al domicilio de I.S.C. para ver una película. Una vez en la vivienda, se dirigieron a la habitación y comenzaron a charlar. En un momento dado él se tumbó en cama y le dijo a ella que hiciera lo mismo. La chica se negó y entonces la agarró del brazo y la arrojó en la cama. Le bajó los leggins, le quitó la ropa interior y abusó sexualmente de ella, llegando a penetrarlar. Así lo recoge el escrito de acusación de la Fiscalía.

Las relaciones no fueron consentidas, según las acusaciones. La letrada de la defensa desmiente este extremo y asegura a este diario que las relaciones fueron consentidas y que se le ha condenado a cuatro años de cárcel por mantener relaciones con una menor de 16 años. La chica tenía 13 cuando ocurrieron los hechos. 

En un principio la Fiscalía acusaba de agresión sexual, violación, pero esta mañana se ha alcanzado un acuerdo de conformidad tras el reconocimiento expreso de los hechos por parte del encausado. Al no haber empleado la violencia, el delito ha quedado en abuso sexual. De este modo, la pena inicial de 12 años y seis meses de cárcel ha quedado reducida a cuatro años por abuso sexual  y seis meses más por exhibicionismo. También se le han impuesto medidas de alejamiento, no se podrá acercar a la menor a menos de 500 metros por tiempo de cinco años. El mismo periodo de  se le impuesto respecto a la libertad vigilada.

Acusación Particular. La letrada Concha Marín del Programa Revelas de asistencia a menores víctimas de abusos ha ejercido la acusación particula en esta causa. Ha estado todo el tiempo asistiendo a la menor y ha destacado el hecho de que el acusado se haya declarado culpable, reconociendo plenamente los hechos y aceptando la pena de cárcel y el resto de medidas impuestas, ya que de este modo la víctima va a poder tranquilizarse y empezar a recuperarse de lo vivido. La menor ha recibido tratamiento psicológico en el Programa Revelas y continúa siendo tratada para superar las secuelas y el daño moral por la agresión sufrida.