Unos diez pueblos se interesan por crear su propia energía

Ana Pobes
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Ballesteros de Calatrava fue el primer municipio de la provincia que dio el paso para independizarse de las eléctricas y le han seguido otros como Abenójar y Puebla del Príncipe

Unos diez pueblos se interesan por crear su propia energía - Foto: Tomás Fernández de Moya

El autoconsumo colectivo ha venido para quedarse, al menos en la provincia de Ciudad Real, donde alrededor de una decena de municipios ha mostrado su interés por independizarse de las eléctricas. Así lo asegura Jorge Montes, director de Desarrollo de Negocio de RenoWa, empresa especializada en el desarrollo de soluciones energéticas renovables y socia fundadora de la comunidad energética local de Abenójar junto al Ayuntamiento, Industria Canican, S.A. y la Cooperativa Agrícola Virgen de la Encarnación.

El primer municipio que dio el paso para crear una comunidad de energías renovables fue Ballesteros de Calatrava. Una iniciativa en la que se empezó a trabajar el pasado verano y que a día de hoy se encuentra tan solo a falta de recibir la autorización oficial para acceder a la red. Con este último trámite, el municipio generará, almacenará y distribuirá su propia energía a través de placas fotovoltaicas para desvincularse de los mercados eléctricos siendo autosuficiente. Y de momento, comenta con satisfacción su alcalde, Juan Carlos Moraleda, el proyecto, denominado 'Ballesteros Genera', ha sido todo un éxito. Muestra de ello es que más del 70 por ciento de los vecinos de esta pequeña localidad de unos 400 habitantes han mostrado ya su interés en adherirse a la iniciativa, que cuenta con dos fases. 

En la primera de ellas, comenta, se trabajará para detectar algún tipo de anomalía y conseguir que todo funcione correctamente. En esta fase una treintena de cups (elemento que se creó con el fin de identificar cada vivienda o negocio que recibe electricidad y/o gas natural) se conectarán a la red. A partir de ahí, explica, y una vez que se tenga la garantía de su correcto funcionamiento se continuará con  la siguiente fase, en la que se incorporarán el resto de vecinos y se instalarán nuevas placas «de acuerdo a la demanda». En total, recuerda, se estimaron unos 750 kilovatios día hora y el socio tecnológico de este proyecto es +Inteligencia. 

 

Más municipios. Abenójar es otro de los municipios que se ha animado a luchar contra el precio de la luz creando su propia energía verde. La comunidad energética local de Abenójar «es la primera en España en adoptar la figura jurídica de cooperativa mixta sin ánimo de lucro», explica Jorge Montes, de RenoWa. En declaraciones a La Tribuna, explica que la adopción de esta figura jurídica implica que todos aquellos interesados, ya sean personas físicas, pymes o Administración local, pueden ser socios de la cooperativa por una cantidad simbólica, lo que les permitirá acceder a los beneficios energéticos que proporciona la cooperativa, y entre los que se incluye una importante rebaja de los costes que se extiende a lo largo de los próximos años.

La comunidad energética de Abenójar, ya «fundada y escriturada», está a la espera de inscribirse en los próximos días en el registro de cooperativas con el fin de que el centenar de vecinos inscritos hasta el momento pueda recibir luz fotovoltaica antes de mayo. En un mes, aproximadamente, se pondrá en marcha una segunda fase para aquellos vecinos que aún no se han adherido al proyecto.   

 El objetivo es que los habitantes sean «sus propios gestores de la energía», y eso es lo que busca también Puebla del Príncipe, cuyo Ayuntamiento presentará mañana el proyecto a sus vecinos. Será a las 18.00 horas y se espera que la cooperativa esté formada por unos 100 socios. Es la segunda comunidad energética local que RenoWa promueve en la provincia de Ciudad Real tras la de Abenójar. 

Pero otros municipios han mostrado también su interés por reducir la factura de la luz hasta un 40% «en función del consumo de cada vecino». Así, RenoWa ya ha iniciado contactos y conversaciones con los alcaldes de Villar del Pozo, Agudo, Cabezarrubias, Saceruela, Los Pozuelos de Calatrava, Villamayor y Guadalmez, entre otros . Y es que, argumenta Montes, «la energía fósil y de gas va a tener un periodo de caducidad, ya que la energía fotovoltaica renovable es el futuro en el que todos tenemos que estar». «La comunidad energética es una ayuda muy importante para los vecinos de municipios de menos de 5.000 habitantes, quienes por fin tienen algo que les ayuda a avanzar tecnológicamente y en el ahorro de cada uno», añade al tiempo que recuerda las ayudas que existen para poner en marcha este tipo de infraestructuras.