El nuevo obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño, Santos Montoya, ha destacado este sábado en una homilía, tras tomar posesión de este cargo, su "misión como principio de comunión, de comunión eclesial, por supuesto, pero también como deseo de contribuir a la cohesión social".

Montoya (La Solana, Ciudad Real, 1966) se ha dirigido así a los fieles congregados en la catedral de Calahorra para asistir al inicio de su ministerio episcopal, en el que ha estado acompañado del nuncio apostólico en España, Bernardito Auza; y el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan José Omella.

El nuevo obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño, Santos Montoya (derecha), y el nuncio apostólico en España, Bernardito Auza. - Foto: EFE

Durante la toma de posesión, Montoya, hasta ahora obispo titular de Horta y auxiliar de la Archidiócesis de Madrid, ha recibido el báculo y, acompañado por varios canónigos, ha ocupado la cátedra episcopal.

Después, se ha procedido al rito de adhesión y obediencia, en el que ha salido una representación diocesana para saludar al nuevo obispo de la Diócesis riojana, sin titular desde octubre de 2020.

"El afecto al Señor es el afecto a la Iglesia, sin afecto a la Iglesia, no esperemos encontrar al que dio la vida por ella", ha añadido; y "si no somos fieles a la Iglesia, no esperemos que la gente identifique en ella al Señor".

Ha indicado que "vincularse al Buen Pastor y querer identificarse con él no es una merma para el crecimiento de la persona ni para la convivencia, ni una amenaza para nadie, sino todo lo contrario, es la garantía de la entrega por todos".

La Iglesia, ha proseguido, "presenta en la liturgia, con tres signos, lo que espera del obispo tras este encargo pastoral", de modo que "quien los vea se sienta igualmente llamado a vivir con la integridad que estos signos reclaman", pues son "las insignias que porta el obispo en la celebración de la Eucaristía".

"Un día se nos dijo en nuestra ordenación "recibe este anillo, signo de fidelidad, y permanece fiel a la Iglesia, esposa santa de Dios'", y "también se nos dijo 'recibe la mitra, brille en ti el resplandor de la santidad", ha subrayado.

En tercer lugar, ha resaltado el báculo, signo del ministerio pastoral, para "cuidar de todo el rebaño que el Espíritu Santo te ha encargado guardar como pastor de la Iglesia de Dios".

"No podemos huir ante el lobo, sea de la especie que sea, para escándalo de los sencillos", ha apostillado, "sino estar dispuestos a ahogar el mal a base de bien, sin miedo, incluso, a entregar la propia vida, a imitación del Buen Pastor. Esto es patrimonio de todos los cristianos".

Antes de su toma de posesión, Montoya ha salido del Palacio Episcopal acompañado por Auza para dirigirse a la catedral de Calahorra, en cuyas puertas el grupo de Danzas Coletones de esta localidad le ha homenajeado, conforme a la tradición, ofreciendo sus bailes regionales.

Una vez dentro de la catedral, el obispo electo y sus acompañantes se han dirigido a la capilla de los Santos Mártires, donde han rezado durante unos instantes en un momento de recogimiento, tras el que han acudido a la sacristía para comenzar la celebración.

En su intervención en este acto, Auza ha remarcado su "alegría de participar y de compartir estos momentos tan importantes en la vida de esta querida Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño"".

"Me siento complacido de ver la acogida del clero, vida consagrada y laicos a su nuevo obispo", quien "llega aquí lleno de celo apostólico y de buena voluntad para iniciar esta misión que le ha confiado el Santo Padre".

El nuncio apostólico ha trasladado a Montoya "ánimo a mantener el talante evangelizador con que se ha distinguido en su vida sacerdotal y episcopal".

Entre los asistentes a la toma de posesión han destacado el presidente del Parlamento de La Rioja, Jesús María García; los alcaldes de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza; y Calahorra, Elisa Garrido; y la consejera de Agricultura, Eva Hita