Julia Navarro

ESCAÑO CERO

Julia Navarro

Periodista y escritora


Que nos dejen en paz

18/01/2023

En esta legislatura a las mujeres nos atacan desde la derecha y la izquierda.
Resulta que el inefable vicepresidente del gobierno de Castilla y León, Juan García-Gallardo, de VOX, ha decidido que, para convencer a las mujeres que no deben de abortar, nada mejor que hacerlas escuchar los latidos del corazón del feto. ¿Qué ha hecho el PP? Pues ponerse de perfil. Es cosa del gobierno castellano-leonés han dicho desde Génova. Y ¿Qué dice el PP de Castilla-León? Pues ha venido poniendo matices a la petición del tal Juan García-Gallardo en un intento de no dar por buena totalmente la petición de su socio de gobierno pero sin tampoco negarse del todo y eso que portavoces de distintas organizaciones médicas han dejado claro que sería una irresponsabilidad y que pondría en juego la salud de las mujeres. De paso el presidente de Castilla León se ha descolgado con unas declaraciones en las que dice que Pedro Sánchez quiere sacar réditos de esta polémica. Elemental, claro, lo mismo que el PP saca réditos de todas las meteduras de pata de Sánchez y los suyos.
Lo cierto es que el pacto del PP con Vox en Castilla y León está resultando un fiasco para los populares por más que el presidente de esta comunidad, Alfonso Fernández Mañueco, en vez de coger el toro por los cuernos eche balones fuera cada vez que sus socios organizan alguna de las suyas. Y el tal Juan García-Gallardo es una rémora.
Me he cansado de escribir que Pedro Sánchez es capaz de aliarse con el diablo con tal de permanecer en el poder, pero lo mismo se puede decir de otros gobernantes, en este caso de los actuales dirigentes del PP.
Y sinceramente no comprendo la actitud pasiva del nuevo líder del PP, Alberto Nuñez Feijóo al que parece que le ha costado hacer valer su autoridad para que el presidente de Castilla -León no siga adelante con el disparate que se le ha ocurrido al tal Juan García Gallardo. Lo sorprendente es que un tipo como este tenga un puesto de responsabilidad. En fin... Pero volviendo a Nuñez Feijóo, quienes le conocen alaban su prudencia y ponderación, pero un líder además de ser prudente debe tener un proyecto claro y valentía suficiente para definir una acción política. Y este es un asunto en el que no caben ambigüedades.
En cuanto al presidente de Castilla y León bien podría optar por dejar de ser un rehén de VOX, convocando elecciones y pedir a los ciudadanos que le voten en número suficiente para no tener que depender de los de Abascal. Sí, ya sé que es una jugada arriesgada, pero más se está arriesgando el PP en ofrecer una imagen a toda España de ser un partido pusilánime ante las peticiones de VOX.
Lo cierto es que estos últimos años las mujeres estamos sufriendo ataques desde la derecha y la izquierda. Por una parte, nuestro gobierno de la nación, tan de izquierdas que dicen que son, ha elaborado leyes en que directamente nos suprime, ya no hay mujeres sino seres menstruantes, gestantes y cosas parecidas. Sin olvidar que han elaborado una ley, la llamada del "si es si" cuya consecuencia más evidente es que los delincuentes sexuales ven como sus penas son reducidas. Y no, no rectifican. Incluso la Secretaria de Estado, a la que la conocen por Pam, se ha permitido reírse públicamente del asunto. Así que ni el PSOE ni sus socios podemitas están para dar lecciones a nadie. Y el reverso de la moneda es un Partido Popular que parece no saber salir de las profundidades de la caverna al que le está llevando sus pactos con VOX.
Sin duda, en amplios sectores de los partidos de la derecha hay quienes no terminan de comprender que seguramente una de las decisiones más difíciles que puede tomar una mujer es la de interrumpir un embarazo, que es una tragedia y que cuando lo hace es porque no encuentra otra salida. Por eso, siento una profunda indignación cuando escucho a dirigentes políticos cacarear que ellos están a favor de la vida, como si las mujeres que adoptan la decisión de no proseguir un embarazo fueran unos monstruos que están en contra de la vida.
Pertenezco a una generación en la que quienes tomaban la angustiosa decisión de abortar, si disponían de medios económicos, viajaban a Londres. Las que se quedaban en España se jugaban la vida poniéndose en manos clandestinas para interrumpir su embarazo.
Eso sí, los mismos moralistas que desde las filas de la derecha clamaban contra el aborto no dudaban en elajar su moral cuando eran sus hijas o mujeres cercanas las que querían poner fin a su embarazo y para eso, claro, iban a Londres.
En nuestra democracia se ha legislado para permitir la interrupción voluntaria de un embarazo con todas las garantías médicas y jurídicas. Pero a lo que se ve VOX con la complicidad cobarde del PP ha decidido que ese es un derecho reversible y que a la angustia y drama que tiene que afrontar una mujer que decide abortar hay que añadir el sadismo de hacerle escuchar los latidos del corazón del feto.
No hay un solo país de la Unión Europea donde no esté en vigor una ley de interrupción del embarazo que garantice que las mujeres que adoptan esta decisión puedan llevarla a término con todas las garantías.
En cuanto a la decisión corresponde a cada mujer y nadie tiene derecho a decidir por ella y mucho menos que un partido político, en este caso VOX con la complicidad del PP, se conviertan en paladines de conciencias ajenas. Ya está bien.
¿Por qué no nos dejarán en paz a las mujeres los unos y los otros?