La planta de estabilización del mercurio que Minas de Almadén y Arrayanes SA (Mayasa) ha construido en Almadén no se ha puesto aún en marcha por «incumplimiento por parte de la empresa contratista», lo que ha obligado a la empresa pública a enviar el mercurio almacenado a otra planta de tratamiento fuera de España, como confirmaron a La Tribuna fuentes de la Sociedad Estatal de participantes Industriales (Sepi), accionista único de Mayasa.

Mayasa firmó, entre los años 2017 y 2018, contratos con varias empresas químicas para almacenar y tratar su mercurio metálico. A partir del 31 de diciembre de 2022, la normativa europea no permite almacenar mercurio, por lo tanto la empresa pública que actualmente preside Emiliano Almansa se ha visto obligada a enviar las toneladas de este material a otra planta para su tratamiento. En relación a los costes que conllevará este traslado, las mismas fuentes  señalaron que la cantidad «aún no se puede concretar» y que Mayasa ha reclamado ya daños y perjuicios a la empresa contratista, que deberá asumir parte de la cantidad que finalmente suponga el traslado.

La Plataforma Forzados, a través de una nota de prensa enviada el  pasado mes de noviembre, calificó de «fracaso» la planta de estabilización de mercurio que se ubica en la minas de Las Cuevas, en el término municipal de Almadén, y lamentó que tras las inversiones realizadas en este «malogrado» proyecto, Mayasa se verá obligada a abonar 1.510.500 euros para deshacerse de las casi 400 toneladas de mercurio almacenadas que no ha sido capaz de tratar. Un  coste, que  sumado a la importante inversión que se lleva realizada en la planta, se podría haberse destinado, según Forzados, a pagar la deuda que Sepi-Mayasa tienen contraída con el Ayuntamiento de Almadén en base al convenio firmado entre ambas entidades y que hubiera permitido, argumentan desde la plataforma, la construcción del polígono industrial comprometido generando la creación de puestos de trabajo en la comarca.

La planta. La empresa pública finalizó el montaje de la planta en 2018. La intención de la empresa pública era que la planta empezara a funcionar ese mismo año, pero tras los fallos registrados en uno de los reactores durante la realización de las pruebas previas a la puesta en marcha de los equipos y la instalación, y la llegada del COVID, que retrasó la recepción del  nuevo reactor, obligaron a la empresa a marcar en rojo una nueva fecha en el calendario. Tras más de tres años de pruebas, Mayasa apuntó finales de marzo de 2022 para su puesta en marcha, pero no ha sido posible, ya que «el contrato ha quedado resuelto por incumplimiento por parte de este», recalcaron fuentes de Sepi,  quienes señalaron además que Mayasa tiene en estudio las acciones a realizar en la instalación.

La planta está enclavada en el paraje Las Cuevas, a unos diez kilómetros del casco urbano del municipio y donde se encuentra instalado el antiguo almacén comercial para la exportación del mercurio. Un proyecto con el que se esperaba tratar 320 toneladas de mercurio metálico al año para solidificar tras más de tres millones de euros  de inversión para aceptar, analizar, depurar, envasar, almacenar y expedir mercurio metálico con las máximas garantías de seguridad ambiental y laboral.