María, Antonio, Elena o Jesús son tan solo algunas de las más de 2.000 personas que han enviado su currículum vitae al Ayuntamiento de Ballesteros de Calatrava. Y todos con el aeropuerto de Ciudad Real como salida laboral. Distintos perfiles llegados desde diferentes puntos de España que ven en el aeródromo un foco de empleo.  

El mensaje publicado hace unos meses en la cuenta oficial del Ayuntamiento de Ballesteros de Calatrava alertando del servicio de recogida de currículums vitae para todos aquellos interesados en trabajar en el aeropuerto ha desbordado todas las previsiones. «En el mensaje se nos olvidó poner la ‘coletilla’ de vecinos o empadronados en la localidad,» y eso, provocó,  que «a diario y durante meses recibiéramos un goteo continúo de al menos diez o doce currículums. Pero no sólo en mano sino también por correo electrónico, estos los que menos, quizás un diez por ciento», comenta el alcalde de la localidad, Juan Carlos Moraleda, al tiempo que ojea los documentos custodiados en cajas. Miles de folios que la próxima semana viajarán a su destino, el aeropuerto. Será allí donde el regidor entregue en persona el currículo de todos ellos.     

La reapertura el pasado miércoles de la infraestructura, cerrada al tráfico aéreo desde abril de 2012, ha traído aires frescos a la economía y al empleo, sobre todo en pequeños municipios como Ballesteros, situado a apenas siete kilómetros del aeródromo y con un fuerte decrecimiento poblacional. «El paro es alto. La localidad cuenta con casi 400 habitantes y más de un 10 por ciento está en desempleo, por lo que el aeropuerto será un gran revulsivo», apunta. Él es de los pocos que creyó en su reapertura, y no se confundió. Hoy sus pronósticos se han cumplido y los aviones vuelven al aeropuerto. «Siempre he tenido confianza y he ganado varias apuestas con mis amigos», añade con satisfacción. Ahora, aferrados al aeropuerto como alternativa de futuro, el Ayuntamiento trabaja con otros proyectos ligados al aeródromo como la construcción de 35 casas con ayudas por primera vivienda. El objetivo, «traer vida y gente joven».