El juicio contra un hombre acusado de abusar de una mujer discapacitada podría repetirse con otra Sala (magistrados) si el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla-La Mancha admite a trámite el recurso de apelación que va a presentar la Fiscalía de Ciudad Real, y acaba declarando nulo el juicio.
Dos días después de hacerse pública la sentencia absolutoria dictada por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, la Fiscalía ha anunciado la interposición de un recurso de apelación contra la resolución judicial que absuelve a un acusado de abusar sexualmente de una mujer con retraso mental. No se descarta la petición de nulidad del juicio, es decir, que se vuelva a celebrar con otra Sala.
Hay una discrepancia racional entre lo que considera el Tribunal enjuiciador y lo que piensa la Fiscalía. Los magistrados hacen una valoración y la Fiscalía discrepa. De ahí el anuncio de recurrir la sentencia absolutoria ante el TSJ.
Recurren la absolución de un acusado de abusar de una discapaz - Foto: Tomás Fernández de MoyaEl Tribunal de la Sección Segunda ha absuelto a José Miguel M. N., de 50 años, del delito de abuso sexual por el que fue juzgado y por el que se enfrentaba a una condena de hasta diez años de cárcel.
Los magistrados consideran que la prueba practicada en el juicio es «insuficiente» para alcanzar «la certeza» de que abusó de una mujer con un retraso mental ligero y reconocido un grado total de discapacidad del 65%.
En los fundamentos de derecho de la sentencia se arguye que la duda les ha llevado al principio In dubio pro reo «al no haber alcanzado la convicción de necesaria respecto a los hechos denunciados» el verano de 2019 en la comarca de El Robledo.
Para la fiscal del caso, «no hay sombra de duda» y estima acreditado que el procesado abordó a la víctima y abusó de ella, aunque lo haya negado de forma reiterada.
El Tribunal juzga probado que la tarde del 10 de agosto de 2019, la víctima, tras dejarle las llaves a su hermana en la piscina municipal de Pueblo Nuevo del Bullaque, se fue a dar un paseo en bicicleta por la zona del río para coger moras.
De vuelta al pueblo se encontró a José Miguel M.N., que estaba realizando labores de pastoreo. Ambos se conocían del pueblo y por vínculos familiares lejanos. Entablaron una conversación y en un momento dado él le tocó la cadera (es lo único que ha admitido el acusado), sin que haya quedado demostrado, según el Tribunal, que le introdujera la mano por debajo del pantalón, manoseándole los glúteos e introduciendo el dedo en el ano.
En la sentencia, se dice que «no hay datos que permitan suponer una inclinación de la víctima a la fabulación o inventiva, aspecto sobre el que el abogado del acusado desplegó casi toda su actividad probatoria». Para el Tribunal, resulta relevante el dictamen de las peritos del equipo psicosocial acerca de que el relato de la mujer es compatible con una experiencia real vivida, que «descarta la fabulación o magnificación que se le atribuye».
Del mismo modo, rechazan que la mujer relatara los hechos para llamar la atención o tener cierto protagonismo. «No existe animadversión o móvil espurio en la denuncia presentada precisamente a instancia de la educadora del centro donde está la mujer».
La Fiscalía da plena credibilidad a la víctima por su testimonio, sustentado por el informe de la psicóloga y trabajadora social del Equipo Psicosocial del Instituto de Medicina Legal de Ciudad Real.