El Vestas Alarcos está obligado a reaccionar ya, sin esperar más, para no ver más agravada su ya inquietante posición en la tabla. Los puestos de descenso están demasiado cerca y la visita a la pista del penúltimo, el Amenabar de Zarautz, se presenta como una gran oportunidad para que los de Javier Laguna y Julio Fis tomen ese impulso que llevan varias jornadas buscando y que no terminan de conseguir. 

Después de otra semana complicada, ésta más si cabe después de la derrota en el Quijote Arena ante el Barça B (26-30) y de declaraciones públicas muy duras del segundo técnico contra la plantilla, los jugadores alarquistas tiene la ocasión ideal para reivindicarse y para encontrar un punto de inflexión que podría convertir lo que queda de competición en un camino más cómodo y tranquilo de lo que ahora se atisba.

Pero ganar en la pista guipuzcoana no va a ser nada fácil. El Amenabar, que en la primera vuelta caía en el Quijote Arena por un justo 22-21, viene de perder sus tres últimos partidos (21-13 contra Novás la semana pasada), aunque antes fue capaz de ganar a Antequera y Barça By empatar con Zamora. Toda una incógnita al que los manchegos, si quieren sumar los dos puntos, no deberían dar tregua desde el minuto uno.

Alises, con problemas musculares, es la única duda en un Alarcos que se la juega.