Un centenar de personas se concentraron este viernes en la plaza de la Iglesia de Villarta de San Juan para mostrar su rechazo a las palabras de su párroco, Óscar Martín Biezma, quien achacó en una misa  la homosexualidad a la falta de cariño en la infancia. La protesta contra Lgtbifobia, lanzada a través de redes sociales, se celebró cerca del templo y participaron algunas personas portando banderas 'arco iris' el símbolo del colectivo Lgtbi, congregando a vecinos e integrantes de algunas organizaciones en apoyo de la lucha por la igualdad de las personas LGTB, como Plural Mancha Centro. 

Participantes en la protesta han señalado que se ha desarrollado de forma pacífica y que el párroco no se ha presentado a la misma, para aclarar algunas de las palabras dichas durante una homilía y en la que señalaba que la homosexualidad es fruto de una falta de cariño y que tiene cura. 

Unas cien personas protestan contra el párroco de Villarta

Desde que se conoció la noticia han sido muchas las muestras de lamento por las palabras dichas por el párroco. Por ejemplo, el PSOE del municipio señaló en redes sociales su malestar "por lo que entendemos unas declaraciones fuera de lugar y del sentir de nuestro pueblo". "Nos entristece que el nombre de Villarta esté hoy en todos los medios digitales por este motivo" y apuntaron su "apoyo a todas aquellas personas que se hayan sentido ofendidas por tal acontecimiento". 

Lo mismo dijo el PP, "triste ser noticia hoy en algunos medios por lo que consideramos han sido unas palabras que dañan a muchos de nuestros vecinos, amigos y familiares", indicaron en el perfil del partido de Villarta de San Juan. "El sentir de nuestro pueblo hoy, es el nuestro también, porque Villarta siempre ha sido ejemplo de respeto hacia todos", comentaron.

«¿Por qué siente eso? Pues en muchos casos eso procede de una carencia no satisfecha en los comienzos de su vida, en los primeros años de su vida. Una persona que nace con una sensibilidad especial, más sensible, más necesitado de atención, de afecto, de besos, de abrazos, de juego... de contacto físico con su padre. Pero el padre no se lo ha dado, o no le ha dado lo suficiente; no le ha dado el cariño que necesitaba. No por maldad, no por negligencia, porque ese padre ha tratado y ha dado cariño por igual a todos los hijos, lo que pasa es que ese niño necesitaba más», afirmó el sacerdote, que es natural de Consuegra, durante el triduo de la Virgen de la Esperanza que se celebró hace unos días en la ermita del Cristo de la Vera Cruz de Consuegra (Toledo).