Las notarías de la región vieron incrementado el volumen de asuntos que abordaron a lo largo del año pasado, de los cuales llama la atención el que se alcanzara el récord en la realización de testamentos de toda la serie histórica, que arranca en el año 2007. En concreto, en el conjunto de Castilla-La Mancha se formalizaron 27.865 testamentos, frente a los 25.801 de 2020 y los 25.028 de 2019, por lo que supone un aumento de entre el 8 y el 11 por ciento en relación con dichos ejercicios anteriores.
El decano del Colegio de Notarios de Castilla-La Mancha, el ciudadrealeño Luis Fernández-Bravo, explicó a este diario que el incremento de la cifra de últimas voluntades es «extrapolable y proporcional al volumen de población de cada provincia», de manera que la provincia de Ciudad Real también se ha anotado un aumento cuyas causas, no obstante, dijo desconocer, dado que confluyen -afirmó- «muchas casuísticas distintas».
«Es posible que la gente haya asumido más la necesidad de otorgar testamento, puede ser», aunque matizó que no ve una correlación clara entre la realización de los testamentos y una mayor concienciación de los ciudadanos para dejar cerradas estas cuestiones tras la pandemia de coronavirus. En cualquier caso, lo que apuntó Fernández-Bravo, es «a un incremento en general del volumen de documentación», lo que se traduce también en un récord regional en la aceptación de herencias, en este caso 16.131 frente a las 12.830 de 2020 y las 13.570 de un año antes, así como al hecho de que además se alcanzara la mayor cifra en la renuncia a herencias, en este caso con 2.157 expedientes, frente a los 1.756 del pandémico 2020 y los 1.616 de 2019, cuando no había hecho su presencia la crisis sanitaria del COVID.
En este sentido, el decano de los notarios de la región comentó la posibilidad de que el incremento de asuntos abordados se deba a que las cuestiones que quedaron pendientes en 2020, por el confinamiento y las posteriores restricciones, se sacaran adelante en 2021, incrementando el volumen de actividad de este ejercicio, el último cerrado.
sin motivos fiscales. En relación con las renuncias de herencias, descartó que el incremento registrado se deba a las cargas impositivas que puede suponer. «No me atrevería a decir en ningún caso que en Castilla-La Mancha el incremento del volumen de renuncias de herencias se deba a que cuestiones de carácter fiscal, ya que en la región desde el año 2013 tenemos una normativa que aplica bonificaciones fiscales, cuando no directamente exenciones, a las sucesiones más comunes», es decir, la transmisión de padres a hijos, de descendientes a ascendientes y también a favor de cónyuges, por lo que comentó que en otros supuestos, cuando la herencia se sale de ese núcleo familiar, como son los casos en los que tienen que ver hermanos o tíos, «en esos casos sí hay quien puede plantearse una renuncia de herencia para no pagar los impuestos propios de la sucesión, pero no son, ni de lejos, los más comunes».
Por último, comentó que si bien con las herencias se asumen tanto los bienes o beneficios del difunto como las deudas, indicó que existe la posibilidad de hacerlo «a beneficio de inventario», es decir, 'echando cuentas' sobre unos y otros y, en el caso de que interese se acepta y de lo contrario se podría renunciar, concluyó.