El éxito de una pasión

C. de la Cruz
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El patinador Javier Fernández relata su trayectoria en el VIII Foro de Emprendedores que ha organizado la Cámara de Comercio de Ciudad Real

Javier Fernández, en un momento previo antes del inicio de su ponencia - Foto: Rueda Villaverde

La vida de Javier Fernández López (Madrid, 1991) ya no transcurre sobre una pista de hielo. El mejor patinador español de todos los tiempos, con un doble título de campeón del Mundo, sietes veces campeón de Europa y un bronce en los Juegos Olímpicos de Invierno de PyeongChang (Corea del Sur) en 2018, expone sus vivencias, un camino donde resalta el esfuerzo, constancia y sacrificio para llegar al éxito.

El deportista, que se retiraba como profesional en enero, ha estado presente en el VIII Foro de Emprendedores que ha organizado la Cámara de Comercio de Ciudad Real, donde ha detallado episodios clave de su vida como ejemplos que también pueden ser aplicados en el ámbito empresarial. “Todo se puede transmitir, la disciplina, las ganas de mejorar en el día a día, de ser parte de una empresa o un equipo, no echarse atrás, ser tú la persona que controle tú vida… hay mucha conexión entre el deporte y la empresa”, resaltaba un Javier Fernández que ante todo quiso mandar un mensaje optimista, la importancia de contar con un pensamiento positivo dentro de un mundo competitivo.

Sus inicios en el patinaje se remontan a los seis años cuando acudía con sus padres a recoger a su hermana, también patinadora y que actualmente es juez internacional de este deporte. Le apasionó tanto el patinaje sobre hielo que nunca lo abandonaría desde aquel momento en una trayectoria que marcaría su primer gran hito a los 17 años cuando el entrenador ruso Nikolai Morórov le ofreció irse con él a entrenar a Estados Unidos: “Me señaló que le tenía que dar una respuesta de inmediato y le dije que sí, y eso sin haberlo hablado antes con mis padres. Es algo que habla de la confianza de la familia, y también de los sacrificios porque vengo de una familia humilde”, señaló durante su ponencia Fernández, que añadió que “mi hermana tuvo que dejar el patinaje con mi marcha y eso que en ese momento era mejor que yo”. El espíritu de superación como una de las claves, pero teniendo muy claro que “sin equipo no hay éxito”, entre los que sobresale su familia y también los entrenadores que le guiaron en su posterior etapa en Toronto (Canadá).

El éxito de una pasiónEl éxito de una pasión - Foto: Rueda Villaverde

Aprender de los errores, aprender a desconectar con una correcta planificación, ser cercano y amable, trabajar duro y pensar en el futuro: puntos a tener en cuenta en toda carrera empresarial.

Y el final del camino no es la retirada. “Ha sido una etapa de la vida y ahora tenemos otros proyectos, los recuerdos de la competición no se olvidan y te ayudan ahora para conseguir nuevos objetivos”, señaló en alusión a la importancia de saber elegir el momento adecuadamente: “el patinaje es un deporte muy preciso y con los años se pierde habilidad y agilidad. Quería retirarme en un buen nivel, quería retirarme yo y no que me retirara el deporte”.

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El éxito de una pasión - Foto: Rueda Villaverde

Javier Fernández, un ejemplo desde todos los puntos de vista.