El AVE llegó ayer a Galicia tras una inversión de 10.000 millones de euros, para completar el trayecto Madrid-Orense. El presidente gallego Alberto Núñez Feijoo dijo: «Hoy es un día histórico para nuestra comunidad». Veinte años ha tardado en hacerse realidad. El rey Felipe VI inauguraba ayer este 'milagro gallego', acompañado del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y de otras autoridades. Galicia, por fin, ya está conectada con Madrid a través de la alta velocidad.
Llegan a nuestra memoria las personalidades que en el mundo económico ha contado y cuenta Galicia. Entre ellos, destacaría por su esfuerzo y tesón la figura señera de don Eduardo Barreiros con un historial digno de encomio. Se cuenta que antes de la guerra era chófer de una camioneta de viajes que suponía el negocio familiar que llevaba el pan a casa. Después de la guerra se dedicó a comprar motores de camiones como chatarra de los que había desperdigados por toda España. Posteriormente montaría unos talleres en Villaverde donde convertía motores de gasolina en diésel, para pasar luego a la fabricación de automóviles. Los primeros coches Simcas que hicieron la competencia a los populares 'seiscientos' de la SEAT.
El incesante emporio empresarial crecido a la sombra de la automoción, abarcó toda clase de negocios hasta los agropecuarios, que fueron modelos en Europa. Entre ellos, destacó la finca que compró cercana al Puerto de Vallehermoso, a diez kilómetros de La Solana, y puesta en marcha para la cría de ganado vacuno, empleando para ello más de trescientas personas. 
Otro de los ejemplos empresariales que nos llega de tierras gallegas es el creador de Inditex, Amancio Ortega, que tiene para otro comentario de excelencia.
Y como ya estamos cercanos a la Navidad, el mayor acontecimiento para los cristianos. El espíritu navideño se desparrama  por todos los lugares del mundo: belenes parroquiales por doquier, música de villancicos se esparcen por el aire. Es tiempo de reencuentros familiares, reuniones de amigos que el nuevo virus de ómicron quiere torcer. Tiempos propicios para el recuerdo y memoria de los que se fueron. 
Las cartas y tarjetas navideñas de antaño ya sufrieron el olvido, suplidas por  la aparición de nuevos medios de comunicación, que están desalojando del hogar aquellos encuentros de cuentos y tertulias  al calor del hogar. 
En la víspera de la Navidad, nos llega puntualmente, antes de la cena de Nochebuena, las palabras del rey Felipe VI, que apelará, otra vez, a la solidaridad, a la unidad entre los españoles, a la fuerza que tiene el trabajo, a la sociedad, a la subida de los precios. Y como estamos ya en horas para que los niños del colegio de San Ildefonso canten los números y premios con su consabido soniquete, ojalá y la diosa fortuna descargue algunos de sus premios. Feliz Navidad para nuestros lectores. Y en esas estamos.