Santiago instala baldosas de barro y puede abrir "en un mes"

M. L.
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La parroquia ha optado por no seguir en esta pugna, a pesar de apostar por la colocación de losas de piedra, para evitar que el templo permanezca cerrado más tiempo, ya casi un año

Santiago instala baldosas de barro y puede abrir "en un mes" - Foto: Tomás Fernández de Moya

El debate que se abrió entre el barro y la piedra ha llegado a su fin. La iglesia de Santiago ha acatado el dictamen emitido por Patrimonio de la Junta de Comunidades de Ciudad Real y ha instalado baldosas de barro en este templo de la capital, si bien desde la Dioócesis habían apostado por la instalación de piedra y así se lo habían planteado a la Delegación de Cultura. «La parroquia ya no podía estar más tiempo cerrada y ya se ha puesto el barro», informó a este diario el responsable de Obras de la Diócesis de Ciudad Real, Rafael Melgar, quien, de hecho, no ocultó su desacuerdo con esta decisión de Patrimonio. Sin embargo, han optado por no seguir en esa pugna. Consideran que el tiempo que se dedique a papeleo, alegaciones y a esperar nuevos dictámenes implicará sumar más tiempo clausurada a una parroquia que lleva cerrada desde febrero del año pasado, cuando se iniciaron las obras de reforma que después se vieron afectadas por distintos parones.

Rafael Melgar recordó que el barro era el material que había previamente instalado en el suelo de este templo, pero que no se trataba de un material original de la construcción de la parroquia, sino posterior y que, además, «genera problemas de humedad y de mantenimiento». Por ello, en Santiago se decantaron por la piedra y así lo defendió ante Patrimonio. Sin embargo, ayer lamentaban que dicho servicio provincial no entrara a analizar sus consideraciones y que se ampare en una cuestión «de plazos» para decir ‘no’ a la piedra. En este sentido, Rafael Melgar comentó que cualquier alegación conlleva un esfuerzo y trabajo de la parroquia que no le era posible ejecutar en los tiempos establecidos.  

el tiempo y la fe. Precisamente el tiempo ha sido uno de los factores que más ha apremiado en Santiago. Ha ido arrancando hojas en el calendario con el templo cerrado a cal y canto y eso ha tenido una importante incidencia en la labor eclesiástica. Desde primeras comuniones a la Semana Santa, bodas, entierros, bautizos o misas que no se han podido oficiar en esta emblemática parroquia de la capital. La labor de culto no se podía ver más afectada, señaló Rafael Melgar.  

Ahora, con las baldosas de barro ya instaladas, la previsión es que la parroquia pueda abrir «en un mes», después del necesario plazo para la «impermeabilización» de las baldosas y pequeñas actuaciones que darán paso a la reapertura de nuevo de este templo. «Cambiar el suelo, que estaría terminado en dos meses, va a tardar al final un año», agregó el responsable de Obras de la Diócesis tras lamentar a su vez que «Patrimonio de Toledo no ha contestado oficialmente» a su petición para instalar la piedra y que finalmente desde Ciudad Real se ha impuesto la piedra. «Es un puro capricho de Patrimonio», sostuvo.

La instalación de «baldosas de barro semimanual» llega después de que durante el pasado de noviembre se colocasen losas de piedra en los espacios entre columnas, lo que dio paso después a un parón a la espera del permiso final para el resto del suelo, que finalmente será de barro. Del mismo modo, en abril, los servicios de Patrimonio de la Delegación de Cultura emitieron un informe en el que consideraban que no era oportuna la cobertura de piedra. Ahora se ha puesto fin al debate y el suelo de la iglesia de Santiago lucirá de barro.