Martínez Arroyo pone al agua como clave ante la despoblación

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El consejero de Agricultura imparte una conferencia sobre el agua en la Escuela de Agrónomos cuyo director pide al Gobierno regional un cuaderno del agua como el de control de fitosanitarios

Martínez Arroyo pone al agua como clave ante la despoblación

El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, visitó ayer la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de la Universidad de Castilla-La Mancha en el Campus de Ciudad Real para impartir una ponencia sobre el agua en la región. En su charla, Martínez Arroyo apuntó que el Gobierno de Castilla-La Mancha ha defendido el acceso al agua como recurso necesario tanto para la viabilidad del medio rural, para evitar el despoblamiento de la región, poniendo de manifiesto, además, su relevancia como elemento fundamental para generar riqueza en la región.

Ante cerca de un centenar de personas que asistió al acto, el consejero señaló que «no existe la actividad económica y la gente se va de los pueblos» cuando no hay agua, «una problemática, la de la despoblación, que se ha convertido en un reto nacional y ante el cual todavía estamos a tiempo de solucionarlo», dijo el consejero. Martínez Arroyo indicó en que «no puede entenderse el futuro de la agricultura en la región sin agua», una realidad en todos los ámbitos, sobre todo en el agrario.

Así indicó que en Castilla-La Mancha cerca del 90 por ciento del agua se utiliza en la agricultura y «se utiliza bien», resaltando que cerca del 60 por ciento de la superficie útil de la región lo hace bajo la modalidad de sistema por goteo, un total de 309.234 hectáreas. «Para tener un mayor valor añadido y una actividad económica que genere más ingresos hay que disponer de agua y hacer un uso eficiente como se está haciendo de la misma», señaló el consejero, quien dijo que el Gobierno de Castilla-La Mancha ha puesto a disposición de los regantes 31 millones de euros para mejoras en inversiones de riego, «la primera vez que sucede en Castilla-La Mancha» y que redunda en beneficio de todos, posibilitando regar «más superficie con agua que tenemos y generar más riqueza».

Por su parte, el director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos, Jesús Antonio López Perales, advirtió al Gobierno regional de la necesidad de realizar «un control exhaustivo» del agua en las explotaciones agrícolas y de sus instalaciones para así controlar la eficacia del riego. Para ello, López Morales propuso que, al igual que existe un cuaderno de explotación (o de campo) en el que deben quedar registrados todos los tratamientos fitosanitarios realizados en la parcela, «se haga algo parecido con el agua» en Castilla-La Mancha, lo que «nos llevaría a ser pioneros y a controlar un recurso tan importante como es el agua». López Perales, que ha formulado la propuesta momentos antes de la conferencia del consejero explicó que para poder llevarlo a la práctica se necesitaría «voluntad política, porque es una cuestión que todos los técnicos podrían hacer» y aplicar coeficientes de uniformidad (un método científico) en cada instalación. «Nuestros climas son muy agresivos y extremos. Las tuberías de las instalaciones de riego son de goma y se deterioran enseguida. Si a eso unimos las obturaciones debidas a los productos químicos, una instalación de riego al segundo año ya no riega como el primero y no digamos ya el tercero, eso nos obligaría a un control que nos permitiría tener nuestras instalaciones siempre a punto».

En este sentido, López Perales recordó que el 85% del consumo de agua se hace en Agricultura y que, aunque ya se nos han olvidado los problemas de sequía vividos hace un año, «tarde o temprano volverá» y «como no se regule el uso del agua tendremos serios problemas».