Amigo Sancho, espero que al recibo de ésta te encuentres bien. Yo bien, gracias a Dios.
Cuando el domingo pasado el Manchego salió hacia tierras conquenses para medirse al conjunto local, todos pensábamos que el terreno de juego no sería el principal rival. Pero fruto de las últimas lluvias el campo estaba impracticable a lo que hay que unir el madrugón de la plantilla, que tuvo que salir a una hora poco apropiada para ir a jugar un partido de fútbol.
El encuentro, personalmente, me gustó. El Manchego juega a que no le marquen gol, pero no con una férrea defensa, sino con mucho orden, de ahí que los chicos de Javi Sánchez fuesen dueños del terreno de juego los primeros minutos,  sin sufrir un agobio sobre su área.
Posteriormente llegó el gol en un penalti transformado por Nacho Huertas y eso otorgó tranquilidad al equipo, recordándome una mini conversación que había tenido días atrás con el central Ross, que me aseguró que el equipo estaba jugando bien, fruto de un trabajo muy asimilado desde la defensa.
Ya al final llegó el gol del empate, un resultado que, para mí, fue injusto y que estuvo claramente condicionado por la meteorología y el estado del campo de la Fuensanta. 
Ahora se acerca la Navidad, pero primero el equipo debe recibir al Toledo, un conjunto que no ha empezado bien y ante el que esperamos conseguir los puntos.
Bueno Sancho, nada más por hoy. Recibe un abrazo de éste tu amigo que lo es.