Manuel López Camarena

El Yelmo de Mambrino

Manuel López Camarena


Aragón 'disfruta' de otra inundación 'justiciera'

16/12/2021

La cosa va bien. Incluso se podría decir que va muy bien, como se desprende de los palos y correcciones que nos atizan desde las altas instancias europeas y mundiales,  pues ya ven ustedes como a las pocas horas o a los pocos días de salir el Gobierno de Sánchez, incluso el propio Sánchez, a airear algún éxito que ellos atribuyan a su gestión de gobierno, llega el BCE, o la OCDE, o quién ustedes quieran -hasta la ONU nos dice que nones en algunos asuntillos-, y nos arrea un estacazo, o nos echan encima un cubo gigante de agua gélida que nos deja tiritando hasta que nos meten en otro fregado o en otro paquete de correcciones y reprimendas. Y así vamos: Sánchez y su veintena de ministros y ministras, que no sé qué más tiene, sí machos o hembras, dicen que hacen, aunque lo dicho no se ajuste a la realidad, pues esta, la realidad, clama a los cielos que quién hace, mejor o peor que esa es otra cosa, es que quién hace de verdad, y cada día más, son las comunidades autónomas, aunque ya se note, y mucho, muchísimo, que incluso delictivamente, como  es el caso de Cataluña en su cruel enfrentamiento con un niño de cinco años a quien están conculcando sus derechos constitucionales. Sangre aparte, Dios no lo permita, los totalitarios de hoy y de ayer no eran mucho peores, guste o no guste esta aseveración, que los que discriminan a este niño, al que dejan en manos de gentes, gentuza, con perfil SS. Sangre Superior. Y como la gestión de Sánchez también es de Sangre Superior, SS, pues ha sido incapaz, lo están siendo estos días, de evitar que Alemania se arrime peligrosamente a Marruecos, con lo que ya tenemos a nuestro vecino, el sátrapa Mohamed VI, menoscabando la posición española en el diferendo con Marruecos por el tema del Sáhara y su derecho a la independencia. Lo dicho, otro éxito del Gobierno de España.
Otro. Sí. Estoy seguro de que si en su día, Aragón y su apéndice catalán no hubiesen acobardado a José María Aznar, que se abrió sus propias carnes políticas por no molestar a ambos pueblos, Zaragoza, gracias al padre Ebro, se habría inundado menos. El ansia, y la envidia también, son malas compañeras de viaje. Recuerdan que Aznar tenía listo para llevar a las Cortes un llamado Plan Hidrológico Nacional, PHN, y que los dueños del Ebro casi se alzaron en armas en contra de ceder ni una gota al resto de España, a la España más seca, pues bien, el padre Ebro, que no es de nadie y es de todos, ¡digo yo!, de vez en cuando les manda  unas inundaciones que deja tiritando a los del cachirulo y la barretina. Si el PHN ya estuviese en marcha, igual se habían inundado menos. O al menos con más gracia y donosura. Sea como fuere, el Ebro está poniendo a cada cual es su sitio. ¡Feliz Navidad a todos!, incluso a los inundados.