El trabajo no se está 'aclimatando' al calentamiento global

L.G.E.
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La secretaria de Salud Laboral de CCOO, Raquel Payo, señala que pocos convenios recogen la posibilidad de jornadas continuas o pausas si hay olas de calor

El trabajo no se está 'aclimatando' al calentamiento global - Foto: Óscar Solorzano

En la zona centro de España el Cambio Climático traerá veranos más largos y con más episodios de temperaturas extremas. Es decir, que lo que ha ocurrido este 2022 parece que no va a ser la excepción. Aunque de toda la vida en Castilla-La Mancha ha hecho bastante calor en el período estival, los trabajos más expuestos al sol y las altas temperaturas todavía no se han adaptado a los riesgos laborales que trae el calentamiento global.

La secretaria de Diálogo Social, Institucional y Salud Laboral de CCOO en Castilla-La Mancha, Raquel Payo, señala que solo algunos convenios muy «puntuales» recogen medidas para hacer frente a los episodios de olas de calor. Recuerda que uno de los riesgos que tienen estas temperaturas extremas pueden ser los golpes de calor, que incluso llegan a provocar la muerte. Especialmente apunta a aquellos trabajos que se realizan a la intemperie, como los de limpieza en la calle, mantenimiento de carreteras, construcción o agricultura. Pero no se olvida de los repartidores, de las trabajadoras de ayuda a domicilio, que tienen que ir de una casa a otra o de aquellos trabajos que sí se hacen bajo cubierto, pero en instalaciones no refrigeradas o que alcanzan más temperatura por el uso de hornos y otra maquinaria.

Payo señala que lo suyo sería que la prevención laboral y los convenios colectivos introdujeran medidas para adaptarse a los riesgos que vienen con el Cambio Climático. Menciona que es fundamental dar la posibilidad de hacer jornadas continuas, realizar pausas para poder ir a un lugar con sombra y refrigerarse, suministrar agua fría, contemplar un vestuario acorde a estas temperaturas o tomar medidas frente a los rayos del sol. «Igual que nos dan un EPI, que nos den una crema de protección solar», pone como ejemplo.

Esta no es la tónica por el momento, ni en el convenio ni en la práctica. Payo añade que muchos trabajadores no pueden tomarse la libertad siquiera de hacer una pausa, porque si lo hacen se arriesgan a una sanción. 

Otra de las áreas en las que señala que hay que trabajar es la de la formación. «La mayoría de los trabajadores no tienen formación sobre los efectos del calor de su cuerpo», indica. También quiere que se tengan datos más fiables de las consecuencias de estas altas temperaturas en el trabajo. Aunque este año ha habido 1.300 muertes en España por golpes de calor, Payo apunta que solo nueve se consideran accidentes por haber ocurrido en la actividad laboral. Comenta que si el trabajador muere una hora después en su casa, ya no se contabiliza.

Más patologías por insectos y más evaporación de tóxicos

Para concienciar de los riesgos que tiene el Cambio Climático desde el punto de vista de la salud laboral, CCOO organizó una jornada formativa en Almodóvar del Pinar y ha preparado varios documentos para trabajar en este ámbito. Raquel Payo explica a La Tribuna que el golpe de calor puede ser el riesgo más llamativo de un episodio de temperaturas extremas, pero no es el único. 

Más desconocido es el riesgo de nuevas patologías que se transmiten por vectores, parásitos o bacterias. A través de mosquitos o de garrapatas que están llegando del sur como consecuencia del calentamiento global, ya se puede hablar en España de casos de fiebre del Nilo, del mosquito tigre o de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo.

La secretaria de Salud Laboral de CCOO también alerta de que los trabajos que operan con compuestos químicos tienen el riesgo de que con el calor se incrementen los componentes volátiles, que suelen ser tóxicos. Raquel Payo señala que la medición de esa toxicidad se ha podido hacer en un período de temperaturas normales, pero eso impide saber si cuando hace más calor sería necesario tomar medidas adicionales de protección. «Hay la posibilidad de que ese riesgo esté oculto», comenta. 

También avisa de que el calor puede tener efectos incluso en el sistema reproductor y que agrava patologías previas, como puede ocurrir con las personas con problemas renales, hepáticos o enfermedades coronarias. Además el calor empeora la calidad del aire, sobre todo en zonas urbanas.

Por si fuera poco, Payo señala que hay un estudio que ha constatado que la posibilidad de tener un accidente de trabajo se incrementa un 9% con temperaturas extremas. Se debe al agotamiento, a la pérdida de reflejos o a que los sistemas de protección ajustan peor.