Cabañeros ofrecerá otro recinto para acoger más linces

Ana Pobes
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El director del parque nacional asegura que tras la buena adaptación de Labrador, el lince que llegó al parque hace algo más de un mes, se ha construido otro cercón con el fin de asentar esta especie en el Parque Nacional

Cabañeros ofrecerá otro recinto para acoger más linces

El lince Labrador llegó hace más de un mes, el pasado 3 de mayo, al Parque Nacional de Cabañeros con el objetivo de asentar la colonización de su especie en este espacio protegido. Y aunque aún es pronto para haber alcanzado ese reto, el director del parque, Ángel Gómez Manzaneque, asegura que Labrador se «ha adaptado muy bien» a su nueva casa, una especie de cerca de más de 15.000 metros cuadrados de monte variado con zonas abiertas donde permanecerá entre uno o dos años para lograr el objetivo que se le ha cometido.

Y es que, el asentamiento del lince en el Parque Nacional de Cabañeros es uno de los retos del nuevo proyecto Life, por lo que con ese objetivo, y tras la buena adaptación de Labrador, se ha construido otro recinto para albergar en un futuro más ejemplares. Así lo comenta el director del Parque Nacional de Cabañeros, Ángel Gómez Manzaneque, quien asegura que este nuevo espacio, ubicado cerca de Anchurones, está casi terminado y a disposición del proyecto». «Tan solo quedan por ultimar algunos detalles para poder albergar en cualquier momento tanto ejemplares jóvenes que sirvan como punto de dispersión como aquellos que vengan a recuperarse tras algún percance. Pero eso lo decidirá un comité», añade. Los dos recintos han sido financiados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Labrador, un macho adulto de cinco años, llegó al Parque Nacional procedente del Centro de Investigación Agroambiental El Chascarrillo, y al parecer «está contento» con su nuevo hogar, donde se le ha instalado una cámara de foto trampeo para conocer con detalle sus movimientos. «Es la única fórmula de saber cómo se adapta el animal en el recinto, donde le ponemos un conejo seis días a la semana, ya que un día hace ayuno por recomendación del veterinario. Está bien adaptado y come lo que se le pone. No presenta ningún síntoma extraño», comenta Gómez Manzaneque.

Su llegada «nos ha permitido afinar el manejo de estos animales, y conocer cómo se le facilita el conejo, cómo hace uso de las pocitas de agua y dónde descansa». «Se asusta cuando oye gente y le gusta solearse. Después de comer recorre el perímetro del recinto y va marcando el territorio con la orina y las heces. Incluso intenta cazar las aves que entran en el recinto. Hace una vida más o menos normal», manifiesta.

Por todo ello, el director del parque ha calificado la medida de «muy positiva» tras el «magnífico resultado» que está teniendo la presencia de Labrador en Cabañeros. En este sentido, Gómez Manzaneque recuerda que este espacio protegido está muy presente en  el nuevo proyecto Life  (Life Lynx Connec) que busca establecer conexiones entre los núcleos de población establecidos en Castilla-La Mancha (Sierra Morena Oriental, Sierra Morena Occidental y los Montes de Toledo). Y Cabañeros es  un punto clave. Fiel reflejo de ello, argumenta, es que «está en un punto estratégico de conexión entre los ecosistemas en los que hay lince, ya que han sido varios los ejemplares los que han pasado por Cabañeros durante su etapa de dispersión. Somos un punto por el que transitan muchos linces, aunque a muchos la zona no les hace recalar aquí. De ahí, la finalidad de la presencia de Labrador, un atractivo para que paren otros ejemplares que se asienten en el parque», argumenta a La Tribuna.  

El último lince que fue liberado en la zona fue Carla, en 2019, aunque nueve meses más tarde murió atropellada en Villafranca de Córdoba (Andalucía).