La Virgen de Alarcos ya está a los pies del altar de la Iglesia de San Pedro de Ciudad Real tras dos largos años de ausencia por la pandemia del COVID-19 que la mantuvo recluida en su ermita del cerro de Alarcos. Ayer se reencontró con los fieles que la esperaban con anhelo para celebrar la romería en su honor los días 5 y 6 de junio. Trabajadores del Ayuntamiento de Ciudad Real trasladaron la imagen desde el cerro de Alarcos (a unos ocho kilómetros de la capital) a la Iglesia de San Pedro, haciendo su entrada en torno a las nueve y media de la mañana. A esa hora ya aguardaban su llegada un buen número de fieles, además de voluntarios de la parroquia que se encargaron de prepararla antes de la celebración de la misa.

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Por la tarde llevaron el característico arco de flores que rodea a la imagen. A las 20.30 horas comenzó el rezo del santo rosario y posteriormente se ofició la misa de triduo. Mañana sábado después de la eucaristía tendrá lugar la ofrenda floral de los coros y danza y el domingo a las nueve de la mañana la solemne misa en la Iglesia de San Pedro, declarada Bien de Interés Cultural desde 1974. A su término, tendrá lugar el traslado de la Virgen de Alarcos al santuario. La Asociación de Dulcineas y Damas de Ciudad Real será la encargada de llevarla desde San Pedro hasta la calle Obispo Estenaga, donde tomarán el relevo otras hermandades, peñas y cuadrillas, la de la Valverde realizará el último tramo como manda la tradición. El lunes de Pentecostés, a las 11.00 horas, se celebrará la misa en la ermita de Alarcos y después, la procesión por los aledaños de la misma.