Manuel López Camarena

El Yelmo de Mambrino

Manuel López Camarena


Sánchez desmantela la Guardia Civil de Tráfico navarra

24/11/2022

Lo de Pedro Sánchez y su PSOE es cada día más esperpéntico, más desilusionante -también podría valer desilusionador- y, lo que es muchísimo peor, más peligroso para España y para los españoles. Como habrán adivinado ya, me refiero a las decepcionantes y, en personal opinión, peligrosas y cuasi delictivas decisiones y concesiones prestas a conceder a sus socios separatistas. ¿No sería más serio, más efectivo y más seguro, consultar a los organismos correspondientes, en especial al Tribunal Supremo, y dejarnos de tanto y tan peligroso juego político judicial, con recursos y contra recursos y demás?, que a nada o casi nada conducen y sólo logran enrarecer el ambiente general y evitar que la política española entre, de una puñetera vez, en el imperio del diálogo y abandone, de dos puñeteras veces, el de la revancha por la guerra que no se ganó, por el abuelo que duerme en una cuneta o por el que por su asesinato previo animó al levantamiento que, ¡oh círculo vicioso!, dio lugar a nuevos episodios de dolor y revanchismo. 
Y es que la política de sustentación, para y por Pedro Sánchez, generada en los más personales e intrincados canales cerebrales del que manda en la Moncloa y en Ferraz, y de la amplia facción de militantes socialistas que ciegamente le sigue, digo que esta forma de gobernar, o simplemente mandar, basada en una vergonzosa inclinación por la cesión y la concesión, amén de por un desestabilizador sentido del perdón, no puede, no podría nunca, traer la paz mental e ideológica a la mayoría del pueblo español, que, si fuese honestamente preguntado, mostraría, creo honestamente, su hartazgo por lo que tenemos y se nos ofrece, y mostraría su deseo de otro talante y otra manera de hacer política.
Pero qué podemos esperar, cuando determinante hoy en la gobernanza de España es lograr seguir marchando a base de perdonar delitos tan graves como el fallido golpe de Estado de Cataluña y dar carta de legalidad a otros como la malversación de caudales públicos, destinados a sustentar ese Golpe, o las concesiones a los vacos en materia de terroristas y terrorismo, o, de ayer mismo, obedecer la orden de Ajuria Enea, o de dónde parta, de retirar, también, la Guardia Civil de las carreteras navarras y/o…
Pues bien, con este Gobierno-saldo, que cada día anda más peleado con sus propios socios, no podemos esperar nada más que, que cada día la situación interna este más deteriorada, y se vea, o su intuya, una mejora de la misma a mayor distancia galáctica, porque entre los saldos de la España única y las peleas de los sectores que agrupa el PSOE y asociados, sólo media la nómina de cada cual. ¿O no?