La elección está en tus manos

Agencias
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En la alimentación complementaria dirigida por el bebé es él quien elige qué desea comer

La alimentación complementaria dirigida por el bebé (también llamada en inglés baby-led weaning o BLW) se refiere a que es el pequeño quien dirige el proceso de cambio hacia la alimentación variada a partir de los seis meses. Es la famosa comida por trozos que muchos padres temen por si su hijo se atraganta, pero que si se hace con cuidado y siguiendo unas determinadas recomendaciones, no tiene por qué haber problema.

 La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (Aepap) recuerda que la Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva hasta medio año y seguir hasta los dos junto con una apropiada alimentación complementaria.

Dado que el sabor de la leche materna cambia según la dieta de la madre, los bebés amamantados se acostumbran a esos cambios de sabor y algunos les son familiares, de ahí que los más pequeños de la casa no suelan poner mucho impedimento a la hora de comer por trozos.

De hecho, sostiene que hasta los seis meses la leche materna es suficiente para alimentar al bebé, pero después hay que ofrecer otros alimentos, momento en el que ya casi todos los bebés se mantienen sentados y tienen interés por lo que les rodea. Además, pueden coger cosas con la mano y llevárselas a la boca. La mayoría también puede aplastar alimentos blandos con la lengua y las encías y tragarlos después, añade la Aepap.

Así que ya se les puede ofrecer alimentos en trozos. «Si no lo han masticado lo suficiente, les da una arcada, el alimento vuelve la parte anterior de la boca y lo vuelven a aplastar hasta que ya lo pueden tragar. Con el BLW, cada niño sigue su propio ritmo. No le viene impuesto desde fuera (el calendario del pediatra o la cantidad de puré o papilla que otros deciden por ejemplo)», remarca la sociedad.

Entre sus beneficios, Clara Farràs, defensora de la alimentación saludable que acaba de publicar un libro con recetas de BLW Con mis manitas, señala también que esta introducción de alimentos sólidos de forma dirigida hace que la introducción a la alimentación complementaria, el proceso en sí, se haga menos estresante, más natural, y respetuoso.